El Concello frena la pobreza con 300 menús diarios y 9.000 tarjetas monedero

MEDIDAS CONTRA LA CRISIS

Las ONG y los comedores sociales mantienen gran actividad y ayudas tras la pandemia en Vigo

marisol oliva. ViGO

Publicado: 19 jul 2020 - 01:41 Actualizado: 20 jul 2020 - 03:30

En los comedores sociales de Vigo está previsto la introducción de la cita previa para evitar aglomeraciones,
En los comedores sociales de Vigo está previsto la introducción de la cita previa para evitar aglomeraciones,

Paliar los efectos que la crisis del coronavirus está provocando en muchas familias viguesas es uno de los objetivos de las ONG’s y colectivos que mantienen abiertos los cuatro comedores sociales de la ciudad. Un esfuerzo al que se suma los casi 1.200.000 euros que el Ayuntamiento ha destinado desde el inicio de la pandemia para que, como aseguró el alcalde Abel Caballero “nadie se quede atrás”. Entre estas medidas, destaca por su importancia la distribución de cerca de siete mil tarjetas para la compra de alimentos entre personas que no pueden afrontar este gasto básico del día a día.

Además, los comedores sociales se mantuvieron durante todo el tiempo abiertos repartiendo hasta 600 menús –la mayoría en los domicilios de los beneficiarios- y ahora continúan sirviendo comidas que pueden llegar a las 300 diarias. El único cambio es que ahora se hace mediante cita previa, en bolsas al no poder usar las salas de comedor por motivos de seguridad y prevención y que todos los usuarios deben ser reenviados por los servicios sociales del Ayuntamiento para que “aquellos que puedan cocinar en sus casas mantengan su autonomía y los comedores queden para quienes no dispongan de cocina”, explica la concejala de Política Social, Yolanda Aguiar Castro.

Coordinar para sacar el mayor partido a los recursos existentes es uno de los objetivos actuales de Política Social. Por ello, las reuniones con los responsables de los comedores sociales ha sido esencial para poner en marcha el plan municipal y que “todos los que lo necesiten puedan tener esa ayuda”.

Durante los meses de confinamiento, y ante la existencia de colectivos que no tenían acceso a un lugar donde cocinar o que era de riesgo y debían permanecer en sus domicilios se llegaron a servir hasta 600 comidas diarias. Unos menús que eran elaborados con las cocinas de los comedores de la Esperanza (Berbés), de las Misioneras del Silencio (Urzáiz) y en el conocido como albergue municipal. El Ayuntamiento contrató 12 furgonetas que fueron las encargadas de hacer los repartos. Ahora, la desescalada también se aplicando en los servicios sociales vigueses.

Uno de los primeros pasos ha sido reorganizar el servicio de comedores. Por este motivo, ya hay repartidas 7.000 tarjetas monedero, de las que 900 lo fueron durante la pandemia, cargadas mensualmente desde Servicio Sociales tras una evaluación de las necesidades por parte de la asistente social.

Este reparto ha permitido que los comedores queden "para aquellas personas que no tienen acceso a una cocina o no cuentan con los medios para elaborar los alimentos", explica la edil. En esta situación, y tras el rastreo llevado a cabo por las asistentes sociales, se encuentran unas 300 personas que acuden a los comedores de l Esperanza en el Berbés (150 menús), las Misioneras del Silencio (100) y el del albergue municipal (120).

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