El 'caso Déborah' se fía a los expertos informáticos de Diana Quer y Marta del Castillo

El laboratorio de tecnología forense que analizó los teléfonos de Diana Quer o Miguel Carcaño prueba ya con réplicas cómo extraer información de llamadas y geolocalización

Publicado: 17 mar 2023 - 00:00 Actualizado: 17 mar 2023 - 12:34

Los peritos Manuel Huerta y Javier Vicente, ayer a las puertas de la Cidade da Xustiza de Vigo.
Los peritos Manuel Huerta y Javier Vicente, ayer a las puertas de la Cidade da Xustiza de Vigo.

Mientras las pesquisas policiales y judiciales sobre la investigación de la desaparición y muerte de Déborah Fernández en 2002 se mantienen en pausa, entre bambalinas, el trabajo de los peritos forenses del laboratorio Lazarus Technology a los que acudió la familia de la joven es frenético.

Los responsables de Lazarus, Manuel Huerta y Javier Vicente, que ayer estuvieron en Vigo como peritos en un juicio, aseguraron que la maquinaria para poder recuperar información del móvil de la joven, hallado por casualidad, sin tarjeta SIM, en septiembre en una caja con legajos en las dependencias de la Policía en Canillas (Madrid), lleva funcionando desde hace meses. De hecho, fue en octubre cuando estos expertos fueron citados por el juzgado de Tui, junto con el perito de la defensa del investigado, para estar presentes en el análisis, por parte de la Policía Científica, de la terminal encontrada. Según explicaron, el objetivo es “muy complejo pero no imposible" por lo que ven posible extraer información de hasta tres meses antes de que se apagara el teléfono. “Distinto será luego la utilidad de esos datos para el caso, ya que no sabemos en qué fecha se dejó de utilizar el móvil”, señaló Huerta.

Los técnicos están trabajando con réplicas similares al teléfono encontrado, no solo en cuanto a modelo, un Nokia 3310, sino también en la tecnología utilizada. Encontrar prototipos idénticos de la época (21 años atrás) les llevó a una búsqueda internacional que dio sus frutos en Arzebaiyan y Singapur. “La idea es probar con estas réplicas el procedimiento adecuado para extraer información sin utilizar una tarjeta”, afirmó Huerta quien señaló que habitualmente para móviles que no las llevan se utiliza una tipo pero que en este caso se le pidió a la Policía que no la utilizara para evitar perder datos debido a la antigüedad de la terminal.

El móvil fue entregado por la familia de Déborah a la Policía en 2006 y hasta que no finalicen las pruebas permanecerá en las dependencias de Canillas donde apareció tras unas reformas. “Es posible recuperar tanto llamadas entrantes, como salientes, mensajes, borrados e incluso la geolocalización del teléfono”, añadió Vicente. Ninguno se atreve a decir cuánto tiempo podría durar esta operación pero sí están convencidos de que obtendrán datos. “Cada año llegan a nuestro laboratorio unos 6.000 móviles para analizar", señalan los peritos que llevaron a cabo el análisis del móvil de Diana Quer, tras ser encontrado en el agua por un mariscador, y que están de lleno en el examen del teléfono de Miguel Carcaño (condenado por el asesinato de Marta del Castillo). Estos técnicos también fueron los encargados de analizar el disco duro del ordenador de Déborah.

“El análisis del disco duro del ordenador fue muy complejo y exhaustivo”

Estos mismos peritos fueron los encargados de analizar el disco duro del ordenador de Déborah. Fue el propio juzgado de Tui quien se lo remitió después de que los técnicos de la Guardia Civil descartaran la posibilidad de extraer información, ya que cuando realizaron el volcado comenzar a “echar humo, literalmente”. Aseguran que fue un trabajo “muy complejo y exhaustivo, nos llevó su tiempo porque había muchos datos que analizar”. Su conclusión fue clara: ese disco fue manipulado en fechas posteriores a su entrega a la Policía. Ellos declararon sobre los pormenores del trabajo realizado ante el juzgado, donde la defensa del investigado presentó un contrainforme pese a que esta prueba no le vinculaba con los hechos. Ahora, está en manos de nuevo del laboratorio del Instituto Armado para que informe sobre las inquietantes conclusiones del examen forense realizado y que añade todavía más incógnitas a una investigación en entredicho.

La recuperación de datos del móvil de Déborah podría alargarse también durante meses. Según explican, “hay que tener en cuenta que trata de un teléfono de hace más de veinte años que no tiene nada que ver con los actuales, de hecho es un tipo de terminales que se sigue utilizando por ejemplo en delitos como el narcotráfico porque apenas deja rastro".

Revisado en 2002, entregado con SIM en 2006 y hallado en 2022

El teléfono móvil de una víctima de un crimen violento suele ser una pieza clave en la investigación. En el caso de Déborah Fernández no lo fue, a juzgar por cómo se desarrollaron los acontecimientos. Consta en las anotaciones que en 2002, cuando la joven desapareció, dos policías “revisaron el teléfono” sin encontrar información relevante, tres contactos y sorprendentemente correos electrónicos en una época en la todavía no aparecían en los móviles. Fue devuelto a la familia y en 2006 recogido por los investigadores que, según recuerda la madre de Déborah, extrajeron la tarjeta SIM para no perderla metiéndola en un sobre. Desde entonces nada se supo del teléfono, incluso se llegó a especular con su pérdida o incluso con su no recepción. Fue en septiembre de 2022 cuando llegó la sorpresa. La Policía informaba de que un legajo con información del caso y un móvil habían aparecido en las dependencias de Canillas en Madrid durante una obras. El teléfono, sin embargo, carecía de tarjeta SIM, donde se almacenan todos los datos. Qué pasó con esa terminal durante todos estos años es un nuevo misterio a resolver, como también lo es el porqué no se ha permitido a las partes acceder al resto de efectos encontrados.

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