Cáritas detecta en Vigo más necesidad: “Llegamos adonde podemos”

La organización señala que el principal problema es la falta de empleo y pide a la Administración que agilice los trámites para regularizar la situación de los inmigrantes

Cáritas montó por tercer año un puesto en el mercado navideño de la Alameda, donde vende artesanía de Palestina.
Cáritas montó por tercer año un puesto en el mercado navideño de la Alameda, donde vende artesanía de Palestina. | Jorge Santomé

Cáritas detecta un aumento de las necesidades sociales y asegura que “llegamos hasta donde podemos” porque los recursos son escasos. La entidad señala como principales problemas la falta de empleo y las dificultades para regularizar los papeles en el caso de los inmigrantes. 

El perfil de los usuarios es el de personas que “carecen de lo mínimo, que se encuentran muy agobiadas con su vida, y son tanto extranjeros como gente de aquí”, explica el director Gonzalo Davila. Llegan personas que necesitan ayuda urgente, otras que padecen una pobreza sistemática y otras que tienen altos y bajos. Cáritas es su último recurso. Los que acuden suelen ser mujeres con hijos, a los hombres les cuesta más.

Gonzalo Davila explica que a veces la solución no es económica, sino que “basta con escuchar a la persona e informarle de las posibilidades que tiene, le abres una puerta que estaba ahí pero que no conocía”. Este es el papel de las trabajadoras sociales.

Sin embargo, la gran mayoría de los recursos se van en bienes de primera necesidad como alimentación y vivienda. Las ayudas no son automáticas, puesto que es necesario realizar una valoración previa para asegurar que los candidatos cumplen los requisitos. “No damos dinero. Entregamos tarjetas monedero para que compren en supermercados con los que tenemos convenio y vales para que vayan a las tiendas de ropa que tenemos”. Con respecto a la ropa, ahora están pensando en sustituir los vales por un sistema de tarjeta para reforzar aún más el anonimato y que los demás clientes no sepan que son usuarios de Cáritas. Las compras en el súper requieren de un justificante (por parte de la persona y del establecimiento) para asegurar que se gastan en artículos de primera necesidad, “un día pueden tener el cumpleaños del hijo y comprar otras cosas, pero no puede ser la norma general”. Las ayudas para el alquiler son por transferencia.

La entidad pide a la Administración que agilice los trámites para que los inmigrantes puedan regularizar su situación en España. “Una vez que están aquí lo que hay que hacer es ayudarles, no puede ser que tarden hasta dos o tres años en regularizar su situación”, apunta Gonzalo Davila. Es el paso imprescindible para tener una estabilidad y la tranquilidad de saber que no te pasará nada, y también les facilita el acceso al empleo y la vivienda. Comprobaron la existencia de casos de personas que lograron alquileres en negro a precios elevadísimos en viviendas que no reunían las condiciones mínimas de habitabilidad. “No buscamos la vivienda ideal, pero sí que sea habitable”, subraya.

A la pregunta de si la sociedad es consciente de la pobreza, responde que en general no. “Solo somos conscientes cuando vemos a una persona sentada con un bote pidiendo dinero en la calle. Muchas familias no quieren que se sepa que están mal”. De hecho una de las máximas de Cáritas es la confidencialidad, no ofrece datos ni nombres, en sus expedientes solo figuran códigos.

Cáritas tiene un puesto en el mercadillo de Navidad de la Alameda, donde vende artesanía de Palestina, los famososo belenes de Intermón y otros productos.

Tres vigueses les dejaron parte de su herencia

Tres vigueses dejaron su herencia, total o parcial, a Cáritas. Ocurrió hace años y les permitió tener un pequeño “colchón” para afrontar las necesidades sociales que les llegan a diario. “La pena que tenemos es que no los conocimos en vida, ni a ellos ni a sus familias”, subrayan. Las donaciones y las aportaciones de los socios son muy valoradas porque les ayudan a completar los fondos que obtienen de las administraciones públicas, así como de entidades privadas y empresas. “Los medios son escasos, a veces te duele el corazón por no poder llegar a más personas”, señala el presidente.

Por otro lado, al margen del equipo de profesionales de la entidad (unas 40 personas), cuentan con la participación de más de 500 voluntarios repartidos en 45 cáritas parroquiales e interparroquiales. El director, Gonzalo Davila, es también voluntario y explica que pudo dedicarse a esto tras jubilarse como profesor y una vez que sus tres hijos eran ya mayores.

Lograron la inserción laboral de usuarios en el Plan Arraigo

Cáritas tiene un acuerdo con la Consellería de Emprego para desarrollar un “programa de arraigo para la formación”, con el que se busca lograr, por un lado, personal con la formación necesaria para cubrir puestos de trabajo que ofertan las empresas y, por otra parte, incorporar al mercado laboral a personas que se encuentran trabajando de manera precaria o en situación irregular. Cáritas les ofrece formación para el empleo, además de mediar con empresas para conseguir prácticas y algunos fueron contratados.

Por otro lado, gestionan un Centro de Atención de Día de Menores, mediante un acuerdo con la Xunta, con unos 20 usuarios. Los menores duermen en casa, pero Cáritas los recoge al terminar el colegio, les sirve la comida (a los que no tienen comedor) y una merienda-cena antes de volver a casa, revisa su marcha escolar, les ofrece actividades extraescolares y les enseña hábitos saludables. Aspiran a comprar dos furgonetas, las actuales son de renting.

Contenido patrocinado

stats