Un bar vigués del que hay que escapar

El pub-restaurante Puro Delirio se hizo famoso este año 2023 por organizar cada jueves un scape room temático pese a que en verano estuvo a punto de ser traspasado: “Los clientes nos pidieron que no lo hiciésemos”

A la izquierda, jugadores intentando descifrar los enigmas del juego. A la derecha, Paula y Carlos (de pie), hermanos y dueños del establecimiento.
A la izquierda, jugadores intentando descifrar los enigmas del juego. A la derecha, Paula y Carlos (de pie), hermanos y dueños del establecimiento.

Una nueva fórmula de ocio se está afianzando en Vigo. La aparición hace unos años de los scape room, que consiste en escapar de una determinada sala a través de resolver pistas en un tiempo prefijado, no llegó a consolidarse del todo en la ciudad (apenas hay un par de ellos abiertos) y un bar vigués encontró un filón para la diversión de sus clientes. El Puro Delirio, situado en la céntrica calle de Teófilo Llorente, cerca del Berbés, comenzó en mayo de este año a realizar cenas o comidas temáticas con la creación paralela de un scape room para averiguar el misterio o encontrar una llave y poder salir del local. Un nuevo concepto de Carlos y Paula Pérez, hermanos y dueños del establecimientos. “Él tiene la experiencia en hostelería, y yo en realizar eventos. Quisimos unirlo todo y, con una fiesta de gánsters que realizamos, la idea gustó un montón”, afirmó Paula.

El scape room ya lo llevaban haciendo durante un año, pero alcanzó la fama durante el 2023 y “ahora está funcionando muy bien. Además, algunos no se hace solo en el recinto, sino que hay más pistas y pruebas por los aledaños del local”. Una propuesta de ocio diferente que encontró varios fieles que “acuden todos los jueves e, incluso, se está creando entre jugadores una rivalidad sana porque hay un grupo que gana siempre, es imbatible, y vienen otros a intentar retarlos y destronarlos. Es muy divertido para todos”.

Esos mismos clientes sufrieron un contratiempo cuando, este verano, el Puro Delirio anunció que traspasaba el negocio. “No era por falta de gente, sino que tanto a mi hermano como a mi nos quitaba mucha vida. Tenemos nuestros trabajos (él es actor y ella, cantante) y es muy complicado compaginar con todo”, declaró Paula, que con un par de intentos de venta que no cuajaron y la presión por parte de los clientes más aférrimos, continuaron hasta el día de hoy: “Nos pidieron que no lo hiciésemos. Que les daba muchísima pena que cerrásemos”. Sin alternativa y con el gusto por “poner un poco de teatro en el bar”, siguieron la aventura y paralizaron su traspaso.

Estos últimos meses obtuvieron, si cabe, más visitas que de costumbre por caracterizar el local de una forma tétrica y misteriosa por la celebración de Halloween: “Es una temática que a mí me gusta mucho. Lo decoramos con lápidas, pusimos una pila bautismal y para ir al baño tenían que pasar por el túnel del terror”. En noviembre, la temática giró alrededor de la tragedia del hundimiento del Titanic “pero con camareros muertos” y incluso ya hay algunos precavidos que “quieren saber las temáticas que habrá en el próximo verano para reservar una mesa”. Ya hay ideas rondando la cabeza de Carlos y Paula, aunque sin desvelar ni una pista. Una nueva forma de atraer clientes, “obligándolos” a encontrar una salida del establecimiento en tiempo récord. Y resulta efectiva porque, gracias a ellos, Carlos y Paula continúan adelante con el juego.

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