El atracador de un banco en Mos fue a un bar enmascarado y pidió un café

Antes de acceder armado con una pistola, que resultó ser simulada, y con un cuchillo en sus bolsillos, el detenido por atracar el viernes una sucursal del Banco Santander en Mos fue a una cafetería cercana y pidió un café. Lo hizo además ocultando su rostro. “El hombre llevaba la cara tapada con una mascarilla, una visera y encima, el gorro de lluvia, solo se le veían los ojos”, recuerdan desde el establecimiento. “Al principio, sentí miedo, porque pensé que venía a robar pero luego pidió un café”, explica la persona que le atendió y que afirma que “estaba esperando a que se quitara la mascarilla para beber el café, pero no lo hizo, porque no se lo bebió”. De hecho, este individuo, que fue identificado posteriormente como un vigués de 43 años con antecedentes policiales, “me dijo que no tenía para pagarlo, le dije que no importaba, pero entonces volcó el café". Fue en ese momento, cuando desde el local se le pidió que se fuera, “al salir tuvo algún encontronazo con otro cliente, que le advirtió de que llamaría a la Policía, así que se fue, pero después volvió, estuvo un rato y se marchó”.

La sorpresa llegó cuando tras lo ocurrido se produjo el atraco al banco, “no estaba en condiciones de robar a nadie, la verdad y sí, era la misma persona del banco”. De hecho, el individuo pudo ser desarmado por empleados y clientes de la sucursal al ver a una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico que había sido comisionada al lugar, ante la llamada de una persona que aseguraba que algo raro pasaba.

El arrestado accedió a la oficina y empuñando un arma exigió el dinero. Logró hacerse con 2.500 euros, pero no pudo esquivar a la Guardia Civil. Fue un cliente que trataba de entrar en pleno atraco el que dio aviso. Desde dentro un empleado le había hecho señas para que no entrara.

Las sospechas de dicho cliente movilizaron una patrulla que se encontraba en la zona y que acabaría llevando a cabo la detención. Los agentes pudieron recuperar el dinero, intervenir el arma simulada así como un cuchillo que fue encontrado entre sus prendas tras un cacheo de seguridad.