METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
Vigo todavía crece, aunque poco, a tenor de las cifras dispares que publicó este mes el Instituto Nacional de Estadística (INE), pero su área metropolitana “oficial”, formada por la ciudad y otros 13 ayuntamientos, lo hace de forma muy superior. Y no solo en 2024, sino a lo largo de todo el siglo. Desde 2001 hasta 2024, según las cifras registradas por el INE, Vigo sumó unos 6.500 habitantes, en tanto que el área añadió unos 24.000, prácticamente cuatro veces más, lo que indica un mayor dinamismo de la comarca. ¿Sorpresa? No mucha: la explicación se encuentra en los movimientos internos y en la caída brutal de la natalidad, que solo se compensa con la inmigración exterior, la llegada masiva de extranjeros que ya suman 22.000, a los que hay que sumar otros 22.000 que nacieron fuera de España y que de una u otra forma (por naturalización o como hijos o nietos de españoles) lograron la nacionalidad.
Pero el balance interior de Vigo, entre entradas y salidas, es negativo: son más los vigueses que se marchan a vivir fuera de la ciudad que los vecinos del entorno que se mudan hasta la capital metropolitana. En el último año, el saldo era de -900 y se repite en cada ejercicio. El año pasado, Vigo recibió de otras partes de España, en su mayoría del entorno y la provincia, un total de 5.797 personas que se dieron de alta en el censo. Pero en el mismo período otras 6.696 decidieron trasladar su domicilio a otro municipio, de nuevo en su mayoría en los municipios próximos en un fenómeno muy próximo a la suma cero: los ayuntamientos del área metropolitana reciben a miles de vigueses, pero la población total apenas crece. Especialmente durante el covid, desde 2020 a 2021, con un movimiento muy importante.
Desde el sector inmobiliario se destaca como causa número 1 de la “emigración” a la comarca el precio de la vivienda, que crece cada vez a mayor ritmo, en tanto que el alquiler se ha situado en su tope al disminuir la oferta a sus mínimos, con apenas 300 pisos en el circuito de comercialización. En Vigo en 2024 ha crecido hasta máximos tanto en la compra como en el alquiler, situándose en sus récords históricos, superando incluso 2007 y 2008, cuando la burbuja inmobiliaria explosionó. Comprar un piso en el área metropolitana supone entre un 30 y un 50 por ciento menos, a tenor de los precios actuales: 2.300 euros el metro en Vigo y 1.500 en el área. Si a eso se suma la política expansiva en construcción en municipios como Salceda, Ponteareas, Salvaterra y Tomiño, el resultado es el esperable. Estos cuatro y Porriño, en este caso también por razones laborales, son los que más han crecido en este siglo. Y además, Cangas, que se ha colocado como una capital para la comarca del Morrazo con una fuerte expansión inmobiliaria que parece haber tocado techo.
El nuevo Plan General, que entrará en vigor finalmente en 2025, debería impulsar la construcción de miles de viviendas, y con ello asentar población, en tanto que la Xunta prevé unas 9.000 protegidas en seis ámbitos, dos de ellos en desarrollo en la ampliación de Navia, con 1.600 pisos, y Ofimático, con 2.300.
Más datos: el IGE -el INE gallego- mantiene que en seis o siete años la comarca viguesa dejará de ser la primera de Galicia en población y será superada por la de A Coruña, que mantiene un mayor dinamismo. La propia capital herculina ha ganado 5.000 habitantes en los dos últimos años, siendo el municipio gallego que mejor le ha ido. Pese a todo, se sitúa en torno a 244.000 habitantes, muy lejos de Vigo, que suma unos 50.000 más. La comarca metropolitana viguesa suma cerca de medio millón de residentes censados, cifra que se supera de lejos sumando el resto de la “corona” urbana, contabilizando ayuntamientos vinculados, como Tui, Tomiño o Ponteareas. De hecho el Ministerio de Transportes considera que el área urbana de Vigo incluye todo el sur de la provincia, excepto A Guarda y O Rosal.
Pese a todo Vigo mantiene el pulso pero sin alcanzar los 300.000 habitantes reconcoidos por el INE ni mejor en el escalafón nacional por población, toavía con Valladolid por encima, cuando parecía que el “sorpasso” era inminente. No ha sido así: la capital astalena está en los 300.000 en tanto que Vigo se ha colocado en 293.977 en el último censo del INE, apenas 300 habitantes más que en el anterior.
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