La agresividad de un presunto violador obliga a ‘cerrar’ un juicio en Vigo

La Audiencia en Vigo, obligada por primera vez en su historia a celebrar una vista a puerta cerrada para garantizar la seguridad por motivos de orden público

Publicado: 17 sep 2025 - 06:40 Actualizado: 17 sep 2025 - 10:17

El acusado, ayer, montó en cólera en la Audiencia.
El acusado, ayer, montó en cólera en la Audiencia. | J.VLANDIN

Nunca antes en sus 26 años de historia, la sección quinta de la Audiencia en Vigo se vio obligada a celebrar un juicio a puerta cerrada por motivos de orden público. Ocurrió ayer, cuando la presidenta del tribunal tuvo que suspender durante unos minutos la vista pública ante la actitud de extrema agresividad y violencia del acusado, que se enfrenta a 16 años y nueve meses de cárcel por un robo violento y una brutal agresión sexual hacia una trabajadora del antiguo Hospital Xeral.

El hombre, Tito L.M., montó en cólera ante la presencia de los medios de comunicación, a los que comenzó a lanzar improperios y amenazas a gritos: “me cago en tus muertos, te rompo la cámara”. La magistrada le preguntó si tenía algún problema, recordándole que era una vista pública. “Sí, tengo un problema, hostia, que se vayan, joder”, aseguró de forma agresiva, tratándose de zafar de los dos agentes de Policía que le custodiaban, tras su traslado a la Cidade da Xustiza, directamente desde A Lama, donde cumple condena por otros hechos.

A pesar de los esfuerzos de la presidenta del tribunal para que se calmara y hablara despacio, finalmente, hubo que suspender unos minutos para después tomar la decisión de continuar la vista a puerta cerrada para garantizar la seguridad de la misma y su normal desarrollo.

La Fiscalía y acusación particular le atribuyen unos hechos de especial gravedad ocurridos en 2013 y que estuvieron casi diez años sin esclarecer. Fue el ataque a una empleada del Xeral, cuando salía de madrugada de trabajar. En un descampado cercano, por donde la mujer pasaba de camino a la parada del autobús, fue atacada por la espalda con un objeto punzante, primero con la intención de robar (le dio el dinero que llevaba) y después, para aprovecharse de ella sexualmente. Siempre de espaldas a la víctima, el presunto autor de los hechos le retiró la ropa y la forzó hasta en tres ocasiones, antes de huir, no sin antes arrancarle la medalla, el reloj y un anillo.

La víctima: una vída arruinada tras los hechos

La mujer que sufrió la terrible violación no acudió ayer al juicio, al no estar en condiciones de prestar declaración. A día de hoy, doce años después, se encuentra en una residencia. Fuentes de su entorno confirmaron que lo ocurrido le arruinó la vida e influyó directamente en su estado de salud actual. En ese momento, tenía 51 años y llevaba una vida totalmente normal y feliz como madre trabajadora. El traumático suceso, que además alargó su agonía al no poder esclarecerse hasta 2022, le causó un daño psíquico por trastorno de estrés postraumático. Según el fiscal, atendiendo a los informes forenses, su estado psíquico es de deterioro cognitivo grave de perfil frontal, caracterizado por déficits en las funciones cognitivas globales y superiores con repercusión grave sobre su funcionamiento global, siendo esta patología de carácter grave, persistente y no susceptible de mejoría.

Es por eso que, además de la pena de prisión, la máxima por agresión sexual (12 años) más cuatro años y nueve meses por el robo con violencia, se solicite una indemnización por daño moral de 50.000 euros y otra cantidad de casi 46.000 euros por las lesiones psíquicas, por las que la víctima estuvo más de dos años en proceso de estabilización.

Aunque ella no pudo prestar declaración, sí lo hicieron sus familiares, así como los peritos forenses y los agentes de Policía que intervinieron en el atestado.

Las partes mantuvieron sus peticiones de pena para el acusado, con varios antecedentes, la mayoría por robos con fuerza y el juicio quedó finalmente visto para sentencia sin que se produjeran nuevos incidentes, pero sin público.

El acusado lo niega pero el ADN de un robo lo delató

El hombre negó haber sido el autor del robo y agresión sexual a la trabajadora del Hospital Xeral, por lo que su defensa pidió la absolución, aunque no trascendieron los argumentos. Sin embargo, la Policía presentó la prueba objetiva que le delató, un resto biológico hallado en 2022 en una prenda de ropa que se habría dejado durante un robo a una vivienda.

En su momento, los investigadores no pudieron dar con el violador, ya que la víctima no pudo verle la cara y no hubo testigos ni cámaras que captaran su imagen, pero sí pudieron recoger muestras biológicas del cuerpo de ella. Ese ADN quedó guardado hasta que casi diez años después, una coincidencia con el perfil hallado en una prenda de un presunto ladrón diera una coincidencia que permitió reabrir el caso y dar con el supuesto autor de los hechos.

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