Una protesta iza una bandera en Toralla y reclama una senda litoral peatonal

Hace más de 30 años, el recordado concejal vigués Antonio Nieto Figueroa “Leri”, llegó a plantar una bandera de Vigo en el interior de Toralla para reivindicar su acceso libre. De su lucha, quedó como fruto la apertura al público del puente que la une con O Vao y el paso a sus dos playas.

Ecologistas y vecinos de las parroquias cercanas intentaron este sábado emular aquel gesto y un grupo de activistas conseguía colarse en esta pequeña isla e izar de nuevo la enseña viguesa, aunque enseguida fueron localizados por efectivos de la Policía Nacional.

Ocurrió durante una protesta convocada por la Asociación Veciñal de Coruxo y la Asociación Veciñal de San Miguel de Oia y los colectivos ecologistas Plataforma pola Defensa da Ría Vigo-Cíes, Ecoloxistas en Acción, Greenpeace y Amigas da Terra, a la que se sumaron también los concejales del BNG de Vigo y miembros Sumar.

Los congregados a media mañana de ayer –cerca de un centenar de personas–, tras recorrer el puente y concentrarse ante la barrera y garita que impide el paso del público al interior de la isla, que funciona como urbanización privada, desplegaron una pancarta de 20 metros en la playa de Area Grande (situada en su margen derecho) con el lema “Únete á Reconquista de Toralla” y encendieron dos antorchas, para hacerla más visible desde el cercano arenal de O Vao, donde apenas había bañistas a esas horas.

“Toralla segue a ser un espazo público usurpado hai décadas para beneficio dunhas poucas persoas privilexiadas que deben ter moi bos contactos políticos para seguir aí tantos anos sen cumprir as leis. Facemos un chamamento aos vigueses e viguesas para que se unan á reconquista de Toralla e ás administracións para que fagan cumprir a lei e devolvan a Vigo a illa” declaró una de las activistas que logró izar la bandera, según un comunicado distribuido por la organización.

Mientras algunos residentes de Toralla aguardaban en sus vehículos para poder salir de la isla -llegaron a intercambiar opiniones con miembros de la protesta, sin que la tensión fuese a más–, Emilio Pérez, presidente de la Asociación de Vecinos de Coruxo, se lamentaba a este diario de la inacción de las autoridades por recuperar un espacio que tiene carácter público, según la Ley de Costas. “Tras interesarnos, rápidamente les volvieron a aprobar la renovación de la concesión”, explicó.

Vecinos y ecologistas reclaman que se cumpla la Ley de Costas, que se reconozca una servidumbre de paso de 6 metros de ancho y que “quede expedita a franxa de dominio público para a xente e para vehículos de urxencias no perímetro da illa”, reclamó Ángel Goberna, presidente de la Asociación Veciñal de San Miguel de Oia.

Para los organizadores de la protesta, el Concello dejó pasar una oportunidad de regularizar esta situación en el nuevo Plan Xeral, tanto en Toralla como en Cabo Estai. De hecho, el Ayuntamiento de Vigo tenía un proyecto en 2008 para crear un paseo de tres metros de ancho y acondicionar 26.500 metros de la isla como espacio público que nunca se llevó a cabo.

Una isla sin torre

Las reivindicaciones sobre Toralla vienen de lejos, desde que en 1970 se levantó una urbanización privada, con una torre de 70 metros de altura que transformó el paisaje vigués, y cuya promotora sufragó el puente. Los hermanos Raquel y Tomás Sendón, de Oia, aún recuerdan cómo era antiguamente la isla. “Todo era bosque. Cuando estaba a marea baixa podías llegar nadando desde Canido”.

Emilio Pérez evoca sus viajes a la isla en gamela desde A Calzoa. “Íbamos aos figos. Había unhas ruínas dunha fábrica de salgadura e unha especie de castro cunha mesa onde podíamos estar disfrutando da illa”. También era utilizada por sus recursos pesqueros. “Eu viña co meu pai recoller ameixas en gamela”, concluye Ángel Goberna.