Isabel Álvarez: “Animo siempre a los empresarios a unirse a redes. Para competir, el tamaño importa”

DPI Estrategia es una consultora viguesa de larga tradición, más de dos décadas, y que trabaja en toda Galicia para ayudar a crecer y apoyar a las empresas.

¿Cómo está la situación empresarial en Vigo?

Estamos viviendo una revolución con las tecnologías. Por suerte, tenemos mucho talento, mucha tradición, sabemos hacer muy bien las cosas y nos estamos adaptando. Pero es un momento difícil para las pymes, por los movimientos de concentración, por el cambio estructural que se está produciendo a nivel económico, derivado de la transformación que está suponiendo la disrupción tecnológica. Así que todo esto exige estar muy cerca de las empresas y con los ojos muy abiertos, innovando, creciendo y sin parar.

Ahora que la implantación de Verifactu se ha retrasado, ¿qué esperan del año que viene?

Ese es un ejemplo que nos viene a constatar que la digitalización está ahí. Por mucho plazo que nos amplíen, al final está ahí. Tarde o temprano nos tenemos que adaptar. La mayoría de las empresas ya son conscientes que tienen que afrontarlo con la implantación de la inteligencia artificial. A nosotros nos parece muy importante no perder de vista el propósito de las empresas, que la tecnología está al servicio de las personas. La tecnología está para ayudar a las empresas a crear valor a sus clientes y a generar entornos laborales más adecuados.

¿Qué es lo que más les piden las empresas?

Nosotros ayudamos a las empresas a hacer sus transformaciones, para crecer, para ver nuevos mercados, para sacar nuevos productos, para transformarse, incluso para ordenarse. En esas etapas, las empresas nos dicen que llevamos mucho tiempo creciendo, nos va bien, pero nos falta orden. Cuando estás creciendo hay que pensar ¿para qué creces? ¿Dónde está tu valor? ¿Dónde está tu diferencial? ¿Dónde está el propósito de la empresa? ¿Para qué has nacido? Y a partir de ahí, identificar las palancas claves. Así que hay que trasladar esos objetivos al equipo, que entienda para qué trabajamos y su papel dentro de la empresa. También trabajar marca, cómo transmitir todos esos diferenciales de nuestra empresa de manera adecuada al mercado. Y este año hemos lanzado una línea de trabajo basándonos en la Inteligencia Artificial.

Cuando una empresa nace, los fundadores tienen claro lo que quieren hacer, pero a medida que va creciendo, se va diluyendo.

Efectivamente, ahí los fundadores o los primeros directivos de las empresas, a medida que van creciendo, tienen el reto de mantener esos principios os valores. En Galicia tenemos una tradición que es fantástica, un talento natural. El problema es que no nos lo creemos, pero tenemos un gen emprendedor. Tenemos mucho que decir, pero a veces nos da un poco de miedo. Ese proceso, para nosotros, tiene dos ejes fundamentales. Uno, mantener muy claros esos objetivos, ese propósito, esos valores, tenerlos muy frescos siempre, comunicarlos muy bien. Y otro, identificar las herramientas claves para ayudarte, para poder delegar, consolidar un equipo que te ayude sin perder lo que eres.

En este momento también estamos en una guerra por el talento y ya no todo depende de dinero.

Yo que soy madre también de un adolescente, le escucho y te das cuenta de cómo está cambiando la sociedad. Creo en los equipos diversos y que el talento joven aporta muchísimo y el talento más senior también. Soy miembro de la junta directiva de Empresarias Galicia y creo en la diversidad en las empresas.

¿Cuáles son esos aspectos con los que hay que trabajar ahora?

Hay que escuchar mucho a tu equipo. Creo en el equipo diverso. La diversidad de opinión evita sesgo, amplía miras. Dando voz al equipo se consiguen mejores cosas. Luego la decisión es del empresario, que es el que se arriesga. Es muy importante no partir de premisas preconcebidas por parte de la dirección. Vamos a subir el sueldo o vamos a disminuir el horario. Al final te estás dando cuenta de que estás poniendo esfuerzos en una línea que no es la adecuada. Es muy importante entender bien qué es lo que busca tu gente e intentar, dentro de la medida posible que la empresa se pueda permitir, adaptar esas medidas a lo que busca la gente. Y ahí hay un abanico inmenso y tiene nuestra ayuda.

Otra cuestión importante para las empresas gallegas es el tamaño.

Hicimos un estudio para la Zona Franca de Vigo, de competitividad de Galicia, y uno de los datos claros que confirmamos, es lo que dices. El tamaño está directamente relacionado con la competitividad de las empresas. Las empresas con una estructura grande, a priori, lo tienen más fácil para poder competir y generar valor. En ese sentido, en Galicia tenemos más reto por delante. Yo creo mucho en la colaboración y tenemos un tejido de clusters, asociaciones, que llevamos muchos años trabajando y es muy fuerte. Animo a todos los empresarios, siempre que tengo ocasión, a unirse a redes de colaboración. Para competir, el tamaño importa.

¿Cómo empieza DPI?

Hace casi 20 años, mi padre era el director de la Escuela de Negocios de Caixanova, José Carlos Álvarez, e identificó lo que venía en los libros de ayuda empresarial, que entonces estaba muy orientado a multinacionales y los académicos y gurús del management venían de Estados Unidos. Faltaban aquí modelos de gestión orientados a la pyme gallega. En ese momento fundó DPI, con la vocación de convertirse en una consultora de referencia gallega para gallegos. De ahí evolucionamos a cómo apoyar esas decisiones estratégicas basándonos en data y desarrollo de negocio y trabajar la marca. Y en época más reciente nos estamos también centrando en cómo mantener ese propósito.