Eduardo Pena, endocrino: “Hay más obesidad en Galicia que en el País Vasco, el ejercicio es la diferencia”
"Aparte de comidas inadecuadas, uno de los principales inconvenientes de la vida moderna es el sedentarismo", asegura
Eduardo Pena fue jefe de Endocrino en el área sanitaria de Vigo y ahora sigue ejerciendo en su consulta privada.
Enero es el mes de los buenos propósitos, de apuntarse al gimnasio y empezar una dieta. ¿Se nota en la consulta?
Todos los años. La Endocrinología es una especialidad que abarca un ámbito muy grande, tratamos la diabetes, las enfermedades tiroideas, la enfermedad del hueso, toda la endodrinología sexual y de la reproducción, pero el mayor número de consultas es por obesidad. Es una epidemia y va en aumento.
¿Cuál es la incidencia?
En 2014 la incidencia de obesidad en España era del 14% y ya vamos por el 18%. Sin embargo, en Galicia estamos en el 22% y en algunas provincias como Lugo en el 27%. Los gallegos estamos a la cabeza en obesidad en España y los españoles somos los primeros de Europa también en este triste podio.
¿Qué hacemos mal?
Está claro que hay algo ambiental, porque nuestra genética no cambia en tan poco tiempo. Aparte de comidas inadecuadas de alto valor calórico y poco contenido nutricional, uno de los principales inconvenientes de la vida moderna es el sedentarismo. No hacemos suficiente hincapié en esto.
La obesidad alcanza al 22% de la población en Galicia y al 15% en el País Vasco. ¿A qué se debe?
No creo que comamos más, en mi opinión la diferencia está en el ejercicio. Los gallegos tenemos refranes como “non hai que castigar o corpo”, no está bien visto que un señor de mi edad se ponga en pantalón corto a correr por el parque.
¿Por qué se considera la obesidad como una enfermedad?
La OMS lo considera una enfermedad y es un contrasentido porque los fármacos para tratar la obesidad no están financiados. Es una condición que predispone a enfermedades cardiovasculares, de tensión, problemas metabólicos, de diabetes, por no hablar de problemas de artrosis, digestivos e incluso algunos cánceres. Supone una carga importante para el sistema sanitario y para las personas.
¿Cómo se regula la sensación de hambre? ¿Por qué a veces falla y queremos comer a todas horas?
Parece que en lo profundo del cerebro, en el hipotálamo, tenemos un termostato, se activa hasta que alcanzamos una cantidad de reservas, comemos hasta que dejamos de tener hambre. Hay personas a las que les tarda en saltar esa sensación de saciedad o no les salta en absoluto, son capaces de comer continuamente y ahí está la dificultad porque supone una privación.
¿Qué debemos tener en cuenta al ir a la compra, aparte del famoso “no vayas con hambre”?
Es un buen consejo. También hay que hacer la lista de la compra porque todo lo que cae en el carro acaba comiéndose, si no debo comer patatillas no debo comprarlas.
¿Qué opina de regular la venta de bebidas energéticas a menores?
Es un pelotazo de calorías y además de calorías inútiles, es como tomar azúcar a cucharadas. No veo mal una cierta regulación, también habría que hacerlo con lo que hay en las máquinas de vending en colegios o centros sanitarios. Igual que se ponen impuestos al alcohol y al tabaco porque son nocivos, igual habría que hacerlo con alimentos nocivos.
¿Qué recomendaría a la población?
Hay que intentar cambiar los malos hábitos: aprender a comer sano y buscar tiempo para hacer ejercicio. Subir escaleras, ir andando cuando se pueda, ejercicio aeróbico y también de fuerza para mantener la masa muscular, es importante sobre todo en mujeres a partir de los 40 años.
“Hay que leer los etiquetados para saber qué comemos”
¿Son efectivos los fármacos contra la obesidad?
La base de todo es una buena educación nutricional y una buena actitud hacia el ejercicio. Los fármacos tienen que ser lo último. Cuando eso falla, cuando mi ansiedad o mi termostato está tan alterado que no soy capaz de parar, entonces puedo echar mano de estos fármacos que son muy eficaces y que salen a menudo en la prensa por desabastecimiento. Es una ayuda, no un fin en sí mismo.
¿Cuándo se sabe que una dieta es un fraude?
Cuando no está bien equilibrada nutricionalmente y no se puede seguir de forma continua. Si quiero perder peso sin comer o comiendo solo melocotón no es sostenible. Si adelgazan 15 kilos, el peso que están perdiendo no es de calidad. Hay que perder grasa, no líquido.
¿Es más fácil corregir la obesidad infantil?
Es fácil porque los niños hacen lo que se les enseña. Abuelos con buena intención les dan golosinas, si es algo esporádico no pasa nada pero si es un hábito hay que luchar contra eso.
¿Qué opina de colectivos que defienden el orgullo gordo?
No hay que discriminar a nadie por ningún motivo y hay que ayudar en lo que se pueda, pero lo del orgullo no lo veo.
¿Hay que fijarse en las calorías o en algo más?
Hay que fijarse en la calidad nutricional, el contenido de proteínas, el aporte de vitaminas y fibra. Hay que leer los etiquetados para saber qué estamos comiendo. A veces hay publicidad engañosa, una cosa es integral y luego ves que tiene más calorías, un yogur sin azúcar a lo mejor tiene más grasa. Hay que saber mirar. Se debería dar esta formación en las escuelas.
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