Vigo, Coruña, de cara a 2039

El IGE, el instituto estadístico oficial equivalente al INE en Galicia, ha dictado sentencia: en quince años, probablemente antes, el área de Vigo ya no será el más poblado de Galicia y tomará el relevo Coruña, que crecerá mucho más. Mientras Vigo ganará unos 5.000 habitantes, A Coruña sumará 30.000, lo que dice mucho sobre ambas ciudades, las dos capitales gallegas de hecho. A Coruña ha hecho sus deberes y muy bien, por cierto. En el pasado reciente, con Don Paco al frente, creo que erró el tiro al apuntarse a una ciudad plenamente de servicios, llena de museos y centros orientados al turismo, lo que le dio cierto resultado y mucha proyección, pero provocó una peligrosa dependencia que se ha ido corrigiendo. La ciudad y su área se ha blindado con empresas potentes y empresarios capaces en un proceso que parece el contrario al vigués. En el pasado, Coruña era una ciudad con empresas antiguas y Vigo con emprendedores que se comían el mundo. Me temo que, con excepciones, ya no es así. Y la excepción es el mundo marítimo, todavía pujante, con los armadores “colonizando” todos los mares. Un éxito absoluto, pero…

Vigo reduce industria y apuesta por el sector servicios, con la hostelería y el turismo a tope, como se puede constatar estos días. Nada malo: bien orientado, genera riqueza y empleo con rapidez (se ha testado), aunque es también el eslabón más débil en caso de crisis, lo que se pudo constatar con el covid. Volvemos a la némesis de A Coruña: va a convertirse en la sede nacional de la Agencia Estatal de Inteligencia Artificial, con todo lo que ello traerá. Vigo apuesta por ser la capital de las luces de Navidad. Elijan ustedes mismos. Probablemente, Vigo necesitaría contar con industrias y sociedades robustas y apostar por un modelo de crecimiento del siglo XXI. Mientras eso ocurre, las proyecciones sentencian que en 15 años, A Coruña adelantará a Vigo también en población. No quiero ni imaginarlo.