Toros en Pontevedra

Me gusta mucho Pontevedra, una ciudad que voluntariamente ha optado por un modelo de no-crecimiento y cierre sobre sí misma que se adapta a las condiciones e historia de la Boa Vila. Los pontevedreses quieren seguir como hasta ahora, mostrando un conservadurismo que se manifiesta en las urnas.... excepto en las elecciones municipales, donde el BNG gana siempre, a veces en solitario, otras con la ayuda del PSOE. Como la coherencia no es el fuerte del ser humano, su alcalde Miguel Anxo Fernández Lores, que cumplirá sus bodas de plata al frente del consistorio, es al mismo tiempo que un nacionalista radical, un partidario a fuego de mantener el obsoleto sistema centralista de la división en provincias.

Me gusta mucho Pontevedra, pero no todo. Gracias a Pontevedra (es decir, por su culpa) Galicia no aparece en el listado de comunidades autónomas libres de tauromaquia. A Coruña fue la última en echar el cierre, pese a disponer de un coso vergonzante reconvertido en multiusos. Antes, Noia, que contaba con una plaza permanente, que fue demolida. Incluso hubo en Vigo, en As Travesas, pero esa es historia, felizmente superada. Se dice que en Galicia queda un aficionado a los toros y se sospecha de otro, pero no debe ser cierto: para el próximo mes de agosto hay dos tardes anunciadas en Pontevedra, así que pese a la evidente decadencia de los toros, constatable con cifras y datos, el coso de la Peregrina volverá a ser escenario de la carnicería otro año más. De su decadencia es muestra que hace diez o quince años se dejaban ver por la plaza políticos, lo que ahora no ocurre porque ven que no gusta.No es cuestión de prohibir, así que Pontevedra seguirá decidiendo por todos.