Tierras raras: ¿el talón de Aquiles de Trump?

En muchas de las decisiones que se están tomando a nivel global, se encuentra, soterrado, el debate sobre las materias primas: ¿Quién las tiene en origen? ¿Quién las refina? ¿Quién las vende? Entre todas las materias primas esenciales, aproximadamente un tercio, son metales, muchos de los cuales son necesarios, de forma imperativa, en todos los procesos industriales. Procesos industriales vinculados a tecnologías avanzadas que hacen que el mundo funcione como hoy lo conocemos: salud, energía, transporte, comunicación, … En todos estos ámbitos, los metales son fundamentales. Y dentro de los metales, hay una pequeña familia de elementos (pequeña en cuanto a volumen de uso en toneladas, grande en cuanto a su carácter estratégico, ya que son imprescindibles) que está presente en todas las tecnologías: las tierras raras. Sin ellas las cosas no funcionan. Y para colmo, son aun más necesarias en todo lo que tiene que ver con la llamada “transición verde” y dentro de esta en las energías alternativas a la energía fósil. Por ejemplo, un coche eléctrico necesita, de media, el doble de tierras raras que un coche de combustibles fósiles.

Y si son necesarias en la industria que podríamos llamar civil, no hace falta suponer qué importancia tienen en el mundo de la defensa. Por poner solo unos números de referencia: un avión de combate F-35 lleva del orden de media tonelada de tierras raras, un buque destructor DDG-51, 2,6 toneladas y un submarino del tipo Virginia, 4,6 toneladas. Sin esas tierras raras, estos complejos sistemas de armas, no existirían.

Está planteada la necesidad, pero el problema es que China controla el 75% de la minería de tierras raras a nivel global, refina el 85% de todo el mineral extraído y exporta a EEUU el 70% del volumen total que EEUU necesita. Creo que estos números ponen de manifiesto la gravedad del problema (para todo el mundo, pero en particular para EEUU) ¿Podríamos considerar esto como “otro” talón de Aquiles para Trump?

Frente a este problema, la UE lleva algunos años fomentando estudios para tratar de encontrar minerales estratégicos, incluyendo España. Y para variar, la situación española podría considerarse privilegiada, ya que somos el tercer país de la UE en reservas minerales de tierras raras y otros metales estratégicos e históricamente somos un país potente desde el punto de vista de nuestra tecnología minera y metalúrgica. Son metales de difícil explotación ya que utilizan procesos de extracción y refino complejos, generando grandes cantidades de residuos y que además demandan grandes volúmenes de agua. Pero hoy la Ciencia ya tiene herramientas para abordar estos problemas y convertir esta metalurgia en algo mucho más sostenible. Es urgente tomar medidas y decisiones. Es urgente invertir en la I+D que permita explotar esta riqueza que tenemos dentro de los estándares exigidos por las regulaciones medioambientales. Es urgente tomar decisiones valientes que conduzcan a la valorización de esta riqueza que tenemos bajo tierra, y allí donde ya se pueda explotar, que se haga posible. Donald Trump, cuando empezó con la negociación de la paz en Ucrania, siempre tuvo en su cabeza las reservas minerales de Ucrania. ¿Son conscientes “nuestros” negociadores de la baza que supone tener esta riqueza mineral?