Una tesis doctoral

Publicado: 31 may 2014 - 11:57

Como residente comunitario tuve el derecho de votar en las elecciones europeas. Lo curioso es que votaba por parlamentarios españoles y no por los británicos cuando es el Reino Unido el que controla mis pensiones y España mis impuestos. Al estar legalmente empadronado no dejó de llegar la propaganda electoral de algunos partidos políticos incluidos los del gobierno y la oposición. Mi mujer, con el mismo derecho a voto pero como española también le llegó papeletas similares. La mayoría llevaban el mismo mensaje de que eran los mejores y que votando al partido en cuestión era lo mejor para Galicia y España. Como ambos hemos vivido otras elecciones, el sistema de captar a los votantes era más de lo mismo en las ‘ofertas’ políticas, naturalmente llevando el color de cada ideología. En la ciudad era un panorama similar. Una que otra furgoneta con altavoz con el mismo mensaje y pegatinas en todas partes, repito, con los mismos eslóganes solo que en este caso la cantidad de partidos que presentaban a sus candidatos se multiplicaron por diez. Había desde los defensores de animales a los del medio ambiente, la plétora de nacionalistas gallegos y curiosamente pocos de los partidos principales. Como paseo mucho por Vigo y parte de mi pasatiempo es leer cuanto papelucho está pegado en paredes, escaparates abandonados y naturalmente los tableros especiales en la Plaza de la Princesa y el Paseo de Alfonso pude estudiar y registrar los personajes – candidatos – más de cerca. Mientras tanto, en el resto del país los candidatos principales viajaron a varias ciudades congregando a sus militantes a mítines de ‘campaña’ para ofrecer discursos de grandiosidad mientras las banderitas ondeaban y los gritos de ‘viva’, ‘viva’ sonaban sobre cada frase de euforia propagandística del candidato. En gran parte de Europa estaba ocurriendo algo similar. O sea, en democracia y en vísperas de elecciones los políticos se ponen el traje – o los vaqueros - de ‘gala’ y a conquistar al pueblo. Pero la gran mayoría se olvidaron que vivimos en el siglo XXI con el avance de las redes sociales de comunicación masiva y, mientras todo esto ocurría a ‘flor de piel’, debajo de la superficie política se movía un grupo de jóvenes con otras ideas de cómo presentar su candidatura. Francamente no sé cuándo saltaron al ruedo o cuándo informaron a los medios de comunicación pero al día siguiente de las elecciones y con el recuento de votos ya concluidos apareció un nuevo partido político denominado ‘Podemos’ con casi un millón y medio de votos y después de apenas 5 meses de preparación. Fue la cuarta fuerza política más votada. Dejaron boquiabierto a los principales concursantes y al resto del electorado tradicional. ¡Increíble! Naturalmente los medios de comunicación comenzaron todo tipo de especulaciones y comentarios indescriptibles mientras el bi-partido se lamía las heridas por el varapalo llevado en las urnas. ¿Pero quiénes son los que ahora forman la cúpula de este partido que tiene nada menos que 5 parlamentarios en Europa? Al ser escritor y no hacer caso a la mayoría de tonterías publicadas busque en su página web y me puse a leer con detalle las 36 páginas y 6 capítulos de su programa divididos en Economía, Libertad, Igualdad, Fraternidad, Soberanía y Tierra. ¡Fascinante! Es una verdadera tesis sobre todos los sectores actuales que afectan a la humanidad. Que nadie crea que este documento es una frivolidad o una expresión de anti-sistema. La tragedia es que el Presidente se presenta como un Mesías a cambiar todo. En resumen, el programa es totalmente utópico y fantasmagórico. El mundo no cambiara de un día a otro.

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