El pulpo en su jardín

Publicado: 24 nov 2024 - 03:06

El Gobierno y su partido han activado las glándulas que echan tinta como hacen los calamares cuando se sienten amenazados, y se disponen ambos a prestar batalla y construir defensas y parapetos ante lo que se viene encima en función de lo que pueda empezar a cantar y ya ha anunciado y adelantado el testigo voluntario llamado Víctor de Aldama, el sujeto que se tiró casi una semana viviendo como huésped de unas instalaciones vip ubicadas en Logroño disfrutando de la sensación de compartir experiencias con personal de élite de la Guardia Civil por obra y gracia de Marlaska, el mismo y simpático sujeto que lo distinguió en 2022 con la medalla al mérito del Benemérito Instituto cuyos responsables sindicales claman ahora iracundos por su devolución, teniendo en cuenta que es un penado cuya confesión voluntaria ha significado también su propia inculpación como paso previo a inculpar a más de una docena de egregias personalidades que nos gobiernan o que están próximas a ese PSOE caricaturesco y malvado que crece y se multiplica en torno al gurú de la resiliencia Pedro Sánchez. Tras Sánchez al que Aldama ha comenzado poniendo en evidencia y abriendo la caja de los truenos que lo inculpan a él y su pareja, se encuentran señalados el cartero y secretario de Organización en sus ratos libres Santos Cerdán, el afable ministro canario Ángel Víctor Torres -del que muchos sospechan fue evacuado por vía de apremio a Madrid para sacarlo apresuradamente de su área de conflicto- la ya no ministra Nadia Calviño, la tampoco ministra por cuestión de días Teresa Ribera ya trasplantada a Europa, la vicepresidenta María Jesús Montero y su jefe de gabinete Carlos Moreno, el hoy presidente de la Generalitat Salvador Illa, y los malditos José Luis Ávalos y el segurata Koldo. En este heterogéneo ramillete en el que cabe todo, falta por significar Begoña Gómez, esposa del presidente y personalidad que aparece en todos los cruces y en todos los escenarios en los que se representa el drama. Begoña está en el conflicto universitario, en las reuniones de Aldama, en las correrías de Delcy, en los negocios de la aerolínea, en los patronatos falsos y en cada uno de los episodios que nutres esta trama llena de tentáculos que podía inspirar a Ringo cuando escribió aquello de “Octopus’s garden”. “Me gustaría estar, debajo del mar, en un jardín del pulpo en la sombra” dice la canción. No le va mal.

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