Un poco de Milei en España

Publicado: 14 oct 2024 - 03:14

Javier Milei es como ese entrenador de fútbol al que un equipo ficha a falta de cuatro jornadas para que logre salir de la zona de descenso. Para los no futboleros, Milei es como un san Antonio de Padua, de quien se dice que hizo hablar a un recién nacido para calmar los celos del padre que sospechaba que no era hijo suyo. No sabemos si va a obrar el milagro argentino, porque el país dejó ir demasiado allá su infección de socialismo, pero lo que es seguro es que no cesará en el empeño.

Hace algunos meses acudió al Foro de Davos, pero en vez pelotear a los amos del mundo, como es habitual en el género político, desató toda una tormenta de liberalismo sobre los presentes, avergonzándolos. “La justicia social es injusta y violenta”, dijo, “porque el Estado se financia a través de impuestos, que son coactivos. A mayor carga impositiva, mayor es la coacción”. ¿Quién podría decir lo contrario?

Como presidente de Argentina, cuyas arcas cogió en la peor de las zozobras, va poco a poco implementando su plan económico y rebaja fiscal haciendo que el paciente haya pasado de la desesperación a la esperanza en solo unos meses. Hace un par de semanas presentó el Presupuesto de Argentina 2025 con dos titulares: déficit cero y crecimiento del 5% del PIB. La receta para salvar a la nación de la ruina que dejó el socialismo la ha repetido mil veces: equilibrio fiscal, crecimiento económico y control de la inflación.

En España tenemos al mando a lo contrario de Milei. Empezando por los conocimientos, porque ninguno de los ministros españoles sobreviviría a un debate académico sobre economía durante más de treinta segundos con el presidente de Argentina. Continuando por la probada ineficacia de las ideas socialistas, siempre regadas por esas gotas de electoralismo sanchista, que cada vez que el presidente necesita comprar votos terminamos pagándoselos de nuestro bolsillo. Y concluyendo por el virus comunista infiltrado hasta el tuétano en el Consejo de Ministros y aupado en poder y capacidad de decisión por el presidente socialista más imprudente de la historia.

El último informe del Instituto Juan de Mariana sobre el Índice de Miseria en Europa sitúa a España a la cabeza, por el paro y la inflación. Así, y con la productividad laboral cayendo en España el doble que en la eurozona, tan solo tímidas voces del principal partido de la oposición han criticado la subida del IVA a los alimentos, quizá porque están demasiado ocupados presentando un esperpéntico e inoportuno plan de conciliación que le parecería excesivamente socialista y ruinoso para la productividad y para la viabilidad de las empresas incluso a Nicolás Maduro.

Esperemos, en fin, que no haya que morder el barro socialista que debieron morder los argentinos antes de cambiar el rumbo. Pudiendo ser una nación próspera, estar en esta cárcel de miseria, extorsión tributaria, e inflación, en donde solo prosperan los políticos al mando, es una condena innecesaria para hoy y, más aún, para las futuras generaciones. Que nuestra fiesta de incompetencia socialista la deberán pagar nuestros jóvenes, y tendrán derecho a preguntarnos por qué fuimos tan imbéciles votando miseria y corrupción.

¡Que san Antonio de Padua y Milei nos cojan confesados!

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