El peaje va a caer aunque no quiera el Gobierno

El Congreso de los Diputados, que con el Senado conforma la expresión de la soberanía nacional, ha hablado con claridad y dictado sentencia: el peaje de la AP-9 debe caer. No porque sea perverso que haya vías de pago -se trata en realidad de que aporten por su uso solo los que utilizan dichas autopistas en lugar de todos con los impuestos- sino porque el coste de la construcción de la AP-9 está más que amortizado, beneficios incluidos, y las dos prórrogas que dos gobiernos -el de González y el de Aznar- realizaron fueron injustas, por exigir más años a los usuarios gallegos, e ilegales, como ha señalado de forma precisa la Comisión Europea, al vulnerar las normas comunitarias sobre la competencia. El Congreso ha dicho que el Ejecutivo tiene que iniciar de inmediato el proceso de rescate de la autopista y solo PSOE y Vox han votado en contra. Es poco probable que el Gobierno vaya a hacer caso -como ha pasado en otros asuntos, como el Sahara- y mucho más posible que continúe con maniobras dilatorias ante el tribunal de justicia de la UE para demorar lo inevitable, cuando además sería más barato para el Estado que seguir con bonificaciones y peajes en la sombra. Incomprensible estrategia: solo va a suponer un mayor desgaste para el PSOE en Galicia, donde el PSdeG se encuentra ya en el suelo, con escaso liderazgo y sin un proyecto más allá de tratar de sumar con el BNG, renunciando a ser un partido de mayorías.

Por otro lado, Diego Maraña, vigués distinguido. Gastando tiempo y dinero ha logrado que una demanda ante la UE contra el Estado haya salido adelante y que el peaje esté cada vez más cerca de desaparecer.