Nuevo desorden

Hace una treintena de años el sida se convirtió en un nuevo caballo del Apocalipsis y dejo no solo un rastro de muerte que todavía es patente en los países pobres, sino que supuso un cambio radical en las costumbres porque, a falta de vacunas, la prevención constituye el modo esencial para combatir la enfermedad, sobre todo mediante el uso del preservativo. Un laboratorio australiano ha desarrollado uno capaz de desactivar en un 99,9% el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual y podrá comercializarse en unos meses. Puede ser un paso más en la recuperación del viejo "nuevo desorden amoroso", que decía Alain Finkielkraut. Aquellos que quieran, claro, que no es obligatorio.