Milagro en el Casco Vello

Publicado: 25 nov 2024 - 01:10

Hace 30 años el barrio antiguo de Vigo era un lugar poco recomendable y menos todavía el barrio alto, que todos conocían como la Ferrería y donde había abiertos hasta 50 locales eufemísticamente denominados de “alterne”. La clásica zona marginal de una ciudad portuaria, una imagen que se repite en muchas partes del mundo y que en Vigo acabó convirtiéndose en un agujero negro. Daba miedo entrar en la Ferrería en cuanto se ponía el sol, con calles oscuras, viviendas que se caían a pedazos y mucha marginalidad, un lugar por donde no pasar. En la parte baja, los soportales del Berbés, el lugar donde nació Vigo y quizá el resto fosilizado del verdadero nombre de esta ciudad (Burbida y no Vicus), también se encontraban en fase avanzada de ruina. Varios reportajes de televisiones nacionales hicieron enrojecer. Hace 20 años Feijóo, entonces vicepresidente de la Xunta (todavía no sabía lo que se le vendría encima) propuso constituir un organismo en colaboración con el ayuntamiento y Zona Franca para mantener una rehabilitación integral y continuada, con un plan de actuaciones programado a largo plazo. En estos 20 años se han realizado inversiones por 40 millones de euros para reformar y recuperar para la vida 130 viviendas, un trabajo visible especialmente en la zona alta, hoy denominado Barrio de San Sebastián, donde ya no queda ningún local de “alterne”, aunque hay trabajo por delante.

Tras rehabilitar las viviendas, instalarse algunos servicios (Registro Civil y Mercantil, Parque Nacional, Universidad) y dar luz al Casco Vello, ahora se trata de conseguir no solo captar población, lo que parece fácil vista la demanda de los pisos, sino que los actuales residentes en el barrio histórico no se marchen. No va a ser fácil: cuenta con poco más de 3.000 vecinos, unos 300 menos que hace 15 años, porque no es fácil vivir: sin ascensores, con limitaciones para el tráfico y sin aparcamientos.

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