Mercado de trabajo

El viaje promocional de Pedro Sánchez por un trío de países africanos responsables por lo visto de un alto porcentaje de los emigrantes que desembarcan por la brava en nuestras costas no puede arreglar nada ni enderezar una situación cada vez más compleja porque no estaba programado para tratar de resolver la situación sino que tenía como principal objetivo potenciar la reincorporación del presidente a su despacho tras las vacaciones veraniegas y estaba previsto en los mismos términos que los que había imaginado Pablo Motos para la inauguración de la temporada en el espacio “El Hormiguero”. Sánchez no llevaba un acuerdo de base con las distintas fuerzas políticas ni llevaba mandato alguno del Congreso y ni siquiera le había contado a la nación sus pretensiones. Es un viaje inútil, absurdo y tan mal encajado y resuelto como ya es costumbre que se hagan las cosas con Sánchez a los mandos. Se hacen por decisión del presidente y no hay más preguntas.

Lo poco que hemos conocido de sus propuestas resulta tan inquietante que merecería la pena la solicitud de una comparecencia en Cortes para que acabáramos por saber qué diablos les ha contado a los máximos responsables de los países visitados entre otras cosas porque vale más saber en qué nuevo entuerto nos ha metido el presidente al que el Gobierno de Canarias acaba de denunciar a la vista del abandono al que les somete el Gobierno y el compromiso que les obliga a adoptar sin la menos ayuda. Lo poco que se sabe es que el Gobierno poco más que ha ofrecido empleo a los que vienen sin otro argumento que la pura improvisación, una herramienta que el primer ministro utiliza cada vez con más frecuencia.

El caso es que, como me cuenta un amigo, los datos reales de la economía española producen inquietud porque es el país europeo con más elevado índice de paro, es el que contabiliza más paro juvenil y el que muestra un mayor índice de pobreza. Paradójicamente, Alemania ha lanzado la caña entre los jóvenes españoles porque sabe que la materia prima es superior y confía en estos chicos y chicas nuestros de nueva generación para ofrecerles trabajo estable, bien remunerado y en condiciones muy razonables sin siquiera exigir conocimiento de alemán como punto de partida. Algo no cuadra.