Opinión

'OH, SIGLO DEL VAPOR Y DEL BUEN TONO...'

Oh, venturoso siglo diecinueve o, por mejor decir, decimonono'. Nunca supe quien fue el autor de este bellísimo conjunto de tres versos, que brevemente definían a las gentes refinadas de aquellos tiempos bellos para los historiadores y... para quienes vivieron en esa época. (Sin salirnos, claro está, de lo social pues, en verdad, fue un tiempo de intentos de mejoras políticas y bélicas y de hacerse ?España- una nación moderna.


Lo traigo a colación porque buscando una efemérides buena, bella y positiva para hablar hoy de ella, cuando los estudiantes se desbocan por las calles en alegría de vacación escolar, me encuentro, felizmente, repasando el calendario histórico de Vigo, con la buena nueva ?de entonces, porque ahora la luz nos cuesta un ojo de la cara y el recibo es una malísima noticia-, del momento en que en nuestra ciudad se inauguró la luz eléctrica. Teníamos luz de gas desde 1884, que duró en el alumbrado callejero hasta 1936.


Para saber más de esto busqué en la inapreciable joya que es el libro de mi antecesor, querido y respetado, don Xosé María Álvarez Blázquez , 'La Ciudad y los Días', en el que con su galanura propia nos cuenta el momento en que se inauguró la luz eléctrica en la Puerta del Sol y en la Plaza de la Constitución.


Nos narra don Xosé María$ que la 'Sociedad para alumbrado y calefacción de La Coruña y Vigo', montó su fábrica en Picacho y que cuando el alcalde de nuestra ciudad, Sr. Ozores, que estaba rodeado de los mandos de la empresa y de otras autoridades locales, pulsó el conmutador, ' de todos los pechos brotó un ¡ah! profundo y armonioso como un arpegio unánime de satisfacción. El pueblo rompió en aplausos y vivas...' Fue el 22 de diciembre de 1896.


'La ciudad y los días' ese maravilloso libro que recoge historria de nuestra ciudad debería de servir de ejemplo a los vigueses de hoy para acertar en su marcha. (Está, también, vertido al gallego.) A veces me preguntan si se va a editar de nuevo. No lo sé pero me gustaría. Merece la pena que las nuevas generaciones lo lean y gocen con él y con nuestra historia.) Bien se podría al iniciar la clase, leer, para todos los escolares lo que pasó ese día de hace algún tiempo histórico, ¿no? Ya se sabe que la historia es la maestra de la vida.


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