Las lagunas del 23-F: la trama civil y otros implicados

Publicado: 23 feb 2021 - 04:52 Actualizado: 22 feb 2021 - 20:52

A pesar de que han transcurrido 40 años desde el intento del Golpe de Estado del 23-F de 1981, sobreviven dudas y sombras con respecto al alcance real del mismo y nada se ha avanzado en el conocimiento de la propia trama civil ni de su alcance en las Fuerzas Armadas de aquellos días, salvo la propia confesión de alguno de los implicados que escapó a la Justicia, o el vergonzoso episodio de alguno de los mandos de la Guardia Civil que abandonaron a sus propios subordinados, escapando por una ventana, sin que nunca se aclarara su implicación y que siguieron ascendiendo hasta llegar a coroneles del cuerpo.

¿Qué pasaría si el Rey hubiera dado la orden contraria o si lo hiciera ahora? El general Juste, jefe de la División Acorazada, en unas declaraciones a Televisión nos sacó de dudas: “Él hubiera obedecido al rey sin la menor duda”. El propio Carrillo haría revelación menos conocida en sus memorias, es que, tras el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, en el atardecer del día 24, cuando el Rey se reunió con los líderes políticos, hubo un acuerdo tácito para procesar solamente a un grupo limitado de mandos con la responsabilidad más aparente. “Se tenía conciencia de que en ese momento el sistema democrático no era bastante fuerte para encajar un proceso contra todos los que, de una manera u otra, militares o civiles, habían estado implicados en la conspiración”, explicaba el secretario general del Partido Comunista, entonces.“Al aceptar ese acuerdo tácito no es que los líderes fuéramos débiles; lo era el sistema democrático que estaba dando sus primeros pasos, caminando por el filo de una navaja. Fuimos simplemente realistas e hicimos lo que en ese momento era más útil para la continuidad del proceso de asentamiento de la democracia”, sostiene. O sea, que no se llegó al fondo.

Con respecto a la posición del rey con los golpistas de 23 F de 1981, el 5 de febrero de 2012, el diario “El País” recogía una información, publicada en Alemania por el semanario “Der Spiegel”, según la cual Carlos expresó “comprensión, si es que no incluso simpatía” por los sublevados. El origen de tan sorprendente afirmación se situaba en un despacho del entonces embajador de Alemania en Madrid, Lothar Lahn, quien llegó informar a su Gobierno de las palabras “casi de disculpa” que el Rey dedicó a los militares sublevados contra el Gobierno de Adolfo Suárez. La Casa del Rey, tras mostrarse extrañada por el mensaje del embajador alemán recordó que "el papel del Rey para toda la sociedad española en defensa de la Constitución y de la democracia está claro".

En el primer epílogo de su libro exculpatorio “Al Servicio de la Corona”, el ex general Alfonso Armada escribe. “Me llena de indignación que piensen que he sido desleal al rey. ¡Desleal yo al rey! Nada más incierto. En mi última visita el 13 del mes pasado, en La Zarzuela, ya le dije que había descontento en el Ejército. No pude hablar del golpe del teniente coronel Tejero porque no sabía nada de él. Conté a su majestad todo cuanto yo sabía. Lo mismo hice con el teniente general Gutiérrez Mellado. Nunca he ocultado nada a mis superiores.

En el epílogo definitivo, el 25 de octubre de 1983, Armada se refiere a una conversación con el Rey el 13 de febrero de 1981, que según dice, no fue autorizado a emplear en su defensa, pese a pedirlo por carta manuscrita. Uno de los protagonistas del 23-F, el ex comandante Pardo Zancada, en un libro, titulado “23-F, la pieza que falta”, deja en el aire algunas preguntas dudosas, El ex oficial ni se arrepiente ni se disculpa, pero sobre de la postura de los capitanes generales de las regiones militares concluye que entre partidarios del golpe y tibios, si el Rey hubiera ordenado seguir adelante, la rebelión hubiera triunfado.

Por cierto, que cuando poco después del 23-F entrevisté al general Gutiérrez Mellado sobre su gallarda postura aquel día y le pregunté qué pensaba cuando intentó reducir al golpista Tejero me dijo: “Que por nada del mundo vuelva a haber una guerra civil en España”.

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