Fernando Ramos
La manipulación política de la denuncia contra Suárez
Los seres humanos no somos iguales. Se trata de una obviedad lo que estoy diciendo, pero conviene hacer hincapié sobre ello. Unos son altos, otros bajos; unos son delgados, otros más gordos; unos son apuestos, otros no lo son tanto. Del mismo modo, a unos se les dan bien las matemáticas mientras otros tienen especial talento para la escultura. Unos son unos músicos excepcionales mientras otros tienen unas aptitudes extraordinarias para la cocina o la repostería. Unos son capaces de correr muy rápido mientras otros lo son de nadar a gran velocidad. Cada persona es única y diferente a las demás.
Esto, por supuesto, lo saben bien los exégetas del igualitarismo que no proclaman la igualdad en las habilidades culinarias ni en que todos corramos igual de rápido. Sería absurdo. Por ello, le dan una vuelta de tuerca a su relato y se inventan el concepto de igualdad de oportunidades. Otra chufla más. La igualdad de oportunidades no puede existir, es utópica y conduciría a la destrucción de la sociedad tal y como la conocemos. Si un niño tiene la suerte de que su madre sea británica, tendrá ventaja sobre los demás a la hora de aprender inglés. Si los padres de otro niño son matemáticos, tendrá ventaja sobre el resto para aprender esa disciplina. Del mismo modo, los hijos de B.B.King han tenido ventaja sobre los demás para aprender a tocar la guitarra.
¿Qué hacemos entonces para asegurar la “igualdad de oportunidades”? ¿Prohibimos a los ciudadanos españoles tener hijos con personas nativas en lengua inglesa (o cualquier otra lengua)? ¿Prohibimos que los matemáticos puedan tener hijos para que estos no tengan ventaja sobre los demás niños? ¿O prohibimos que los hijos de los matemáticos puedan hablar de matemáticas con sus padres? ¿Tenemos que prohibir también que los hijos de los guitarristas puedan tocar la guitarra porque tienen ventaja sobre el resto? O mejor aún, ¿por qué no quitamos la custodia de sus hijos a todos esos padres para que ninguno tenga ventaja sobre los demás? Mejor no demos ideas…
Siendo absurdas, por tanto, la igualdad real y la igualdad de oportunidades, tienen todavía otra bala que gastar: la igualdad en los resultados. Realmente esto es lo que persiguen. Quieren conseguir una sociedad igualitaria en base a alterar todo con el objetivo de que todos seamos iguales al final. La enésima chufla. Si todos somos diferentes y tenemos talentos diferentes, los resultados de nuestro paso por la vida serán, necesariamente, diferentes. La única igualdad que los ciudadanos debemos tener es la igualdad ante la ley. Ellos pretenden conseguir la igualdad a través de la ley. Que no solo no es lo mismo, sino que es lo contrario. La única forma de conseguir la sacrosanta igualdad que promulgan es aplicando normas y leyes desiguales a cada persona. Es decir, la erradicación del Estado de Derecho y de la sociedad tal y como la conocemos. No le den más vueltas.
La desigualdad no es intrínsecamente negativa. Lo que es malo es la pobreza, no la desigualdad. ¿Cuál es el problema de tener un país con muchas personas ricas si no hubiera ningún pobre? ¿Cuál es el problema de tener a muchos Bill Gates, Jeff Bezos, Elon Musk o Amancio Ortega si el resto de la población no pasara ninguna penuria y tuviera todas sus necesidades cubiertas? El problema de los igualitarios es de concepto. Como creen que la economía es un juego de suma cero y que el pastel a repartir es fijo, creen también que si alguien es rico ha conseguido su riqueza quitándosela a otras personas. La conclusión lógica de esto es que hay pobres porque los ricos han hecho su riqueza a costa de ellos. Un absurdo que contradice los principios de la economía y la propia historia de la humanidad.
La riqueza no es inmoral si no ha sido inmoral el proceso mediante el cual te has hecho rico. ¿Han hecho algo malo Rafael Nadal o Fernando Alonso? ¿Han hecho daño a alguien para conseguir su riqueza? Otra cosa bien distinta es cuando uno se hace rico utilizando las prebendas y privilegios del estado, ejerciendo la coacción sobre el resto de la sociedad con el fin de extraer rentas en beneficio propio. ¿De dónde han sacado el dinero los lacayos de Nicolás Maduro para comprarse edificios enteros en el madrileño barrio de Salamanca mientras su país se muere de hambre? ¿Y los lacayos de Putin para comprarse mansiones en la Costa del Sol? Esos ricos son los que no deberían existir, porque han conseguido su riqueza extorsionando y robando. Lo inmoral está en el proceso, no en el resultado.
El relato por la igualdad esconde una de las mayores bajezas del ser humano: la envidia. El hecho de creer que los ricos han hecho su fortuna a costa de los pobres habilita la coartada para expropiarles todo lo que tienen. El clásico Robin Hood en versión contemporánea. ¿Qué prefieren ustedes, un mundo desigual donde haya gente muy rica pero no haya pobres o un mundo donde no haya ricos y seamos todos pobres? Aviso a navegantes, el mundo utópico en el que no haya ricos y todos vivamos en la abundancia no existe, no ha existido y nunca existiría. Se ha ensayado tantas veces, con resultados deplorables, que da vergüenza tener que recordarlo: Unión Soviética, Vietnam, Camboya, Afganistán, Burkina Faso, Benín, Congo, Etiopía, Irán, Mozambique, Yemen, Cuba, Venezuela, Somalia, Angola, Corea del Norte…no aprendemos.
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