Honda tristeza de ver arder nuestro Ourense

Publicado: 18 ago 2025 - 01:00

Hace unos días visitaba, y disfrutaba, del impresionante paisaje de la Ribeira Sacra y de los Concellos que la conforman. Y ahora me vienen a la mente las cuantiosas pérdidas en el patrimonio medioambiental, con ganaderías arrasadas, y el impacto que puede tener en la economía local y el turismo de toda esta área y de la provincia en su conjunto por la destrucción del paisaje a consecuencia de los recientes incendios, como el de Chandrexa de Queixa, Maceda, o Vilariño de Conso entre otros muchos.

La tregua de los incendios de estos últimos años ha finiquitado. El espejismo de que las medidas de prevención en nuestros montes surtian efecto, se han evaporado. Y los de siempre, con un perfil complejo de definir, vuelven propagar el terror y la destrucción, quemando nuestra provincia sin compasión, multiplicando así la desesperación de todos los ourensanos y ourensanas.

Y no, no son solo quemas no autorizadas o mal realizadas. Ni tampoco percances de desbrozes, o accidentes fortuitos en el desarrollo de actividades agrícolas. Son incendios en su mayoría intencionados, en los que las condiciones climáticas extremas facilitan y aumentan su propagación. Y aunque la prevención es fundamental, la concienciación ciudadana y la educación ambiental son clave para reducir los incendios forestales. Y ahí es de donde fallamos estrepitosamente.

Estos días el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, -que siempre esta donde se le necesita y al frente de cualquier emergencia-, lanzaba una seria advertencia a los incendiarios "Atención a los pirómanos: hay varias detenciones y seguiremos persiguiéndolos", pero ni así se frenan en su espiral de destrucción. La realidad es que la provincia de Ourense siempre es una de las más castigadas por los incendios de manera recurrente.

Por eso mismo, los trabajos de investigación y vigilancia de los agentes ambientales de la Unidad de Investigación de Incendios Forestales de la Xunta conjuntamente con los Distritos Forestales y Guardia civil, es primordial. Y su vigilancia con drones, fundamental para su prevención. Aun así, y con la creación de esta nueva unidad en el año 2021, la cual está desplegada por todo el territorio gallego, donde continúan con las investigaciones y recaudando pruebas para trabajar en la identificación y puesta a disposición judicial de los presuntos incendiarios, pues es evidente que no es suficiente.

Y es que, como decía al principio,el perfil del incendiario es complejo de definir y no responde a un único patron. La Fiscalía de Galicia nos ofrece un perfil medio del incendiario:es un hombre, vive solo, mayor de 40 años, reside en zonas rurales,y tiene hábitos sociales conflictivos con vecinos y familiares.

Dicho lo cual, la verdad constatable y tangible es que en lo que llevamos de verano ya se han quemado más de 40.000 hectáreas. Ese es el brutal, penoso, y preocupante dato que nos llena de impotencia y tristeza en un Ourense que ve como la espiral de destrucción sistemática de nuestro entorno continua sin freno alguno. Y como en todas las situaciones de emergencia, hay responsables públicos que dan la cara e intentan gestionar para una pronta resolutividad de la situación, como el propio presidente de la Xunta, el presidente de la Diputación provincial, o las alcaldesas de San Cibrao das Viñas y Maceda, y tantos otros alcaldes y alcaldesas. Mientras "alguno" únicamente se dedica a "intentar " narrar lo que sucede, -o lo que le cuentan- ,en redes sociales,como el alcalde de la capital.Las comparaciones son odiosas a veces, verdad? En fin... para reflexionar de quienes intentan gestionar y dar la cara, y de quien no hace absolutamente nada.

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