Gonzalo

Podríamos titularlo algo así como “Gonzalo Caballero o el triunfo de la constancia”. Ya fue secretario del PSdeG y candidato a la Xunta, con malos resultados, empeorados notablemente por su sucesor Besteiro. Así que vuelve a intentarlo y hace bien. Está constatado que el PSdeG se encuentra sumido en una fosa y aunque todavía cuenta con importante peso en las ciudades, avanza hacia una peligrosa irrelevancia por el cúmulo de lideratos fallidos, proyectos equivocados y -aquí añado por mi cuenta- el lastre del Gobierno de Mr PS, al que Galicia le importa entre poco y nada, totalmente inclinado hacia Cataluña y País Vasco, piezas claves para seguir en la Moncloa. Eso conlleva una progresiva asimetría injusta, que se quedará como herencia cuando se marche Mr PS. El AVE a Portugal prioritario a Madrid, en lugar de a Vigo, o la negativa rotunda a liberar la AP-9, con dos prórrogas declaradas ilegales, una con González y otra con Aznar, son algunas de las decisiones lamentables con Galicia. Más atrás, que Vigo no sea puerto nodal, principal, de la UE, por decisión del Ejecutivo de Zapatero, con Blanco al mando del ministerio. El colofón fue la campaña demencial a las autonómicas, con un candidato amordazado que no pudo/quiso criticar al BNG, que así creció. Era tan fácil como lo que dijo al día siguiente de las elecciones Formoso, anterior secretario del PSdeG: “Más BNG equivale a más PP en la Xunta”. Era un eslogan fácil de entender que le habría dado votos. Pero no se hizo.

En este océano tendrá que navegar Gonzalo Caballero, al que le sobran ganas y que ha mantenido la lealtad pese a discrepar en casi todo.