El enigma de la ausencia

Publicado: 11 dic 2024 - 11:12

Como el país no se puede estar quieto y no concibe un día sin que salte a la carretera una liebre en forma de conflicto que consiga colocar una planta más en el edificio de una estabilidad parlamentaria que está desde hace tiempo en posición delicada y pendiente de un hilo, ha venido el nuevo contencioso de la mano de una sonada ausencia de representación española en los solemnes actos dedicados a la reconstrucción de Notre Dame de París a aportar un nuevo elemento de tensión. Con una curiosa salvedad. En este caso, una buena parte de la carga la ha aportado Exteriores quien se queja de que nada se les ha hecho saber de las invitaciones expedidas por el Gobierno de Francia y que estaban destinadas a la Casa Real y el ministerio de Cultura. Todo parece indicar que en ninguno de los dos casos se resolvió asistir y ambos silenciaron los hechos. El ministerio de Asuntos Exteriores ha expresado públicamente su malestar por haber sido dejado al margen por ambas instancias, y el resultado de este nuevo tropiezo es que ninguna misión oficial ha estado en París para representar a España en un hecho tan sobresaliente.

Sin embargo, y analizado con más detenimiento el hecho, cabe plantearse algunas dudas razonables que añaden turbación y misterio al episodio. Se sabe que los Reyes no pueden viajar con carácter oficial fuera de las fronteras del país si no están debidamente autorizados para ello por el Gobierno. Si bien tanto don Felipe como doña Letizia pueden ausentarse de España en visita privada, el protocolo no permite que lo hagan por ejemplo, en esta circunstancia. Se sabe también que el titular del departamento de Cultura, en este caso Ernest Urtasun, recibió las invitaciones y decidió no atenderlas. De hecho, se fue a un acto relacionado con el Circo y, vistas las características del caso, no dijo nada y no puso el caso en conocimiento del resto del gabinete incluyendo Presidencia. Por tanto, y observando fríamente, da la impresión de que el responsable último de esta ausencia tan significada es el ministerio de Cultura y su titular al que no le ha debido parecer ni importante ni necesario acudir a un acto religioso siendo él como es un ministro tan laico.

No es el primer y lamentable error que se comete en materia internacional ni será el último. En materia de política exterior somos un desastre. Llueve sobre mojado

Contenido patrocinado

stats