Fernando Ramos
La manipulación política de la denuncia contra Suárez
Contradiciendo el comportamiento generalizado entre los deportistas de élite que huyen de un compromiso político temerosos de que sus opiniones puedan perjudicar su carrera y lesionar además los intereses de los patrocinios comerciales, algunos futbolistas franceses se ha significado opinando públicamente sobre la situación de su país tras los resultados obtenidos en los comicios para Europa y la convocatoria electoral posterior decretada por el presidente de la República.
Concretamente su estrella Kylian Mbappé no ha tenido inconveniente en expresarse advirtiendo del peligro que podría implicar una polarización de los votos franceses a favor de posiciones extremistas. La estrella gala no se ha decantado por una u otra opción en particular, sino por una fórmula que rechaza por igual los extremos a la derecha y a la izquierda. Amigo personal de Emmanuel Macron, es lícito suponer que su credo político está en el centro liberal que representa el presidente, si bien otros deportistas famosos se han significado mucho más y unos cuatrocientos de ellos, todos figuras renombradas del deporte de élite, han puesto su firma al pie de una carta que aboga por rechazar a la ultraderecha de Marine Le Pen cuyos registros en las encuestas le otorgan etiqueta de ganadora. La izquierda francesa ha improvisado sobre la marcha un Frente Popular formado por socialistas, comunistas, insumisos y verdes para dar la batalla y procurar igualar el panorama en la segunda ronda según el sistema electoral galo Los firmantes, al contrario de Mbappé, van por esa ruta.
Hay quien supone que la intervención de figuras muy populares ricas y famosas abogando por una opción política concreta suele operar en sentido contrario al deseado. Los personajes famosos suelen ser además muy ricos y engreídos, y sus posturas de izquierda suenan en general ridículamente falsas –recuérdese la actitud casi cómica de los “de la ceja” y sus desastrosas consecuencias posteriores con Zapatero como víctima- de modo que si yo fuera candidato no querría verlos ni en pintura. Mbappé tiene todo el derecho del mundo a expresarse políticamente y los otros, también. Otra cosa es que, desde un punto de vista práctico, sea aconsejable. Yo no creo que lo sea, la verdad, pero Francia es Francia.
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