Comuneros

Publicado: 25 mar 2025 - 04:20

Amenazan rebelión las comunidades de montes gallegas por un cambio legislativo que les afectaría. No parece gran cosa: mejoraría la gestión y supondría la disolución de las comunidades inoperativas. Suficiente. Las comunidades de montes son profundamente conservadoras y no quieren ningún cambio por cuanto todo lo basan en dos principios: su constitución como una figura de origen germánico y la posesión de terrenos desde tiempos inmemoriales. Que es como decir nada. En Vigo, hay comunidades poderosas que cuentan con miles de metros cuadrados de superficie. Algunas son más generosas que otras, pero en general mantienen su idea de conseguir aumentar lo máximo posible su terreno, aunque sea a costa de pleitear contra propietarios que disponen de parcelas registradas desde hace un siglo. Pero los comuneros, a lo suyo, con el tiempo inmemorial y el germanismo como pilares. Ni las leyes ni la Constitución -ni el tratado de la ONU- estarían por encima, lo que no deja de resultar sorprendente y por completo iliberal, pero así están las cosas y no veo a ningún gobernante gallego capaz de modificarlas. Ni siquiera en lo más básico, la titularidad de las tierras. Podría formarse una especie de consorcio donde los vecinos serían los administradores, en tanto el terreno sería público. Entre otras cosas, evitaría que las administraciones tengan que abonar millones a comuneros para obras como la ampliación de Peinador o la extensión del campus universitario. En el primer caso, millones para los comuneros de Cabral y en el segundo para los de Zamáns, pese a tratarse de actuaciones para todos, incluidos ellos mismos. En el pasado, incluso hubo intentos de convertir el Castro en un monte comunal, es decir privado, que afortunadamente fueron parados en los tribunales, que cada vez ven menos claro eso del dominio inmemorial y el derecho tan germánico como el de pernada.

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