Fernando Ramos
La manipulación política de la denuncia contra Suárez
Asistí a la presentación de la ruta por los 18 castros de la provincia y hay que decir que se trata de una magnífica idea por cuanto supone potenciar el turismo cultural, que está en auge. Italia y la mayor parte de Francia viven muy bien de él, conformando el primer y segundo destino mundial. El segundo es España, que ofrece monumentos por toda su geografía, aunque la playa es lo que más tira. Galicia tiene playas, pero su aprovechamiento es lógicamente más limitado. A cambio, dispone de parajes naturales y patrimonio de primera categoría que se puede y debe usar. La citania de A Guarda es quizá la más llamativa de Galicia por su extensión y situación frente a Portugal y el Atlántico abierto y debería ser una parada obligada. De hecho lo es: recibe miles de visitantes cada año y en su cima hay un negocio turístico tradicional, de los de museo, foto y postal. No hay muchos así en toda la Comunidad Autónoma. Otro destino interesante, de nuevo por su potencial y ubicación sería el Facho de Donón, en la punta del Morrazo, el punto más próximo a Cíes, que parecen tocarse con la mano. Convive el castro, similar a otros gallegos, con los restos del antiguo "faro", una construcción elemental para guiar a los barcos con un fuego en su interior, emulando al primigenio levantado en la costa egipcia de Alejandría.
Sólo una objeción: en la ruta no aparecen los castros de Vigo. El del monte homónimo sería el segundo mayor de Galicia y fue ocupado durante al menos cuatro siglos. Queda mucho por excavar y ya existe una zona recreada y reconstruida que merece una visita. El de Alcabre, en el Museo del Mar, presenta tres características singulares: está al lado del mar, es anterior a los romanos y se ha hallado un altar púnico en su interior.
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