Cachamuiña, el héroe roto

Tras tomar al asalto la puerta de la Gamboa y conseguir la rendición de la plaza, "Cachamuiña"fue designado gobernador de la nueva Ciudad de Vigo. No duraría mucho: aunque participo en la Guerra de la Independencia, acabó finalmente retirándose a su casa, donde padecería durante años las consecuencias de las graves heridas por los disparos recibidos ante las murallas de la entonces villa. El propio Bernardo González del Valle reconocería en sus cartas un cierto dolor moral por el trato recibido -fue dado de baja de la milicia- e incluso dejaba entrever si le había valido la pena su contribución a la guerra. 200 años después sus paisanos de Ourense le tributaron un homenaje. En este caso Vigo estuvo a la altura al propiciar el traslado de sus restos a Pereiró y convertirlo en una especie de santo popular. Aunque no del todo: "Cachamuiña" no aparece de forma expresa en el monumento a los héroes de la Reconquista levantado por suscripción popular, con A Pedra como primera parada. Luego iría a la plaza de España y finalmente a Independencia, con una breve estancia ante el consistorio. Pero en lo más alto del conjunto se encuentra Pablo Morillo, personaje como mínimo dudoso: dirigió la toma de Vigo pero volvió años después al frente de los Cien Mil Hijos de San Luis para acabar con el régimen liberal y la Provincia de Vigo. Cachamuiña sería el personaje representado con el hacha en la mano. ¿O era Carolo? Vigo después de todo le debe una al hombre que arriesgó todo por una ciudad que no era la suya.