Acordonan el ourensano Hotel Miño por un desprendimiento

El patrimonio histórico de la ciudad continúa dando muestras de su deterioro. La céntrica Rúa do Paseo fue acordonada a la altura del histórico Hotel Miño debido a un desprendimiento del edificio, otrora un importante establecimiento hostelero y ahora, candidato a inmueble ruinoso. Sobre el mediodía, varias piezas cayeron sobre la vía pública. Los bomberos se movilizaron para comprobar el estado de la estructura ante la expectación de los viandantes que recorrían la vía neurálgica del centro urbano.

La fachada ya estaba cubierta con una lona. Sin embargo, lo que preocupaba ayer a los bomberos, según la información a la que pudo acceder este diario, era el estado del templete superior del inmueble, así como de la cúpula que sostiene y el pararrayos que lo corona. Algunos testigos presenciales llamaron la atención sobre la inclinación del templete.

El imponente despliegue de los servicios de emergencia -con autoescalera de los bomberos incluida- en pleno corazón de la ciudad suscitó la expectación de numerosos curiosos. También acudió la nieta del arquitecto (Daniel Vázquez-Gulías), Lucila Vázquez-Gulías, para comprobar el estado del edificio diseñado por su abuelo.

En su primera valoración de los desperfectos, los bomberos advierten de la conveniencia de desmontar la estructura superior del inmueble. Ahora, elaborarán un informe de urgencia y el Concello, según trasladaron fuentes municipales, instará a los propietarios del inmueble a retirar la mencionada estructura para evitar mayores riesgos.

Un edificio histórico

El edificio afectado es el que originariamente fue el histórico Hotel Miño, en cuyos bajos estaban el antiguo Bazar Orense. Data de comienzos del siglo pasado, cuando el empresario Andrés Perille impulsó la construcción de un proyecto firmado por “el mejor arquitecto del momento”, tal y como rememoraba Rafael Salgado en un artículo que dedicó al hotel en 2020. En sus habitaciones se alojaron personalidades de la talla de la condesa de Pardo Bazán, el político Alejandro Lerroux e incluso la infanta Isabel. Compitió de tú a tú con el también afamado Hotel Roma, y también era célebre por su restaurante.

Luego pasó a ser el Bazar Orense, que abrió en 1931 y sobrevivió más de ocho décadas hasta que cerró sus puertas en 2014. Una conocida firma de moda ocupó el bajo posteriormente, aunque ahora está vacío. Poco a poco, la falta de mantenimiento va haciendo mella en uno de los inmuebles en los que descansa parte de la historia de la ciudad.