"En el alumnado gallego hay mucha desinformación sobre la oferta de la UVigo"

La Universidad de Vigo publicó recientemente sus cifras de matrícula para este curso: cubrió el 98,5% de las plazas de nueva admisión. La vicerrectora de Captación de Alumnado, Estudiantes y Extensión Universitaria, Natalia Caparrini, visitó Atlántico TV para hacer balance sobre este y otros temas.

¿Qué valoración hace de estos datos de matrícula?

Muy positiva. Es ligeramente inferior a la del curso pasado, pero ese fue un poco anómalo porque muchos estudiantes prefirieron quedarse en Galicia en lugar de irse como es tradicional. Pero para este curso creemos que son datos muy buenos. Por causa de la caída demográfica cada vez hay menos alumnos que pueden acceder a la universidad cada año y nosotros nos mantenemos entre un 98 y un 99 % de ocupación.

A nivel global, la UVigo cuenta este curso con unos 100 estudiantes de grado y máster menos que el anterior. ¿Les preocupa esta caída?

No, va en sintonía con la curva demográfica.

El rector expresó que uno de los retos de futuro de la UVigo es captar más alumnado. ¿Qué propone para atajar este problema?

Tenemos un plan de captación de alumnado que recoge un montón de actividades dirigidas a distintos colectivos. Nos hemos dado cuenta de que en el alumnado gallego hay mucha desinformación. No conocen la universidad, sus tres campus ni las titulaciones que ofrece la UVigo y, en general, Galicia, por eso muchos prefieren irse fuera. Queremos que todo el estudiantado en Galicia esté informado de esta oferta. En ese sentido, hemos desarrollado muchas acciones. Además, queremos hacer un plan de internacionalización para atraer estudiantado de países lusófonos, potenciando el gallego para que sea un punto a favor a la hora de elegir la UVigo.

¿La forzada mejora del Campus Remoto por la pandemia ayuda a captar alumnos del extranjero?

Somos una universidad presencial y no pretendemos cambiar. Nuestro plan de captación internacional no pasa por la virtualización, sino por que vengan aquí a cursar sus estudios. Eso no quita que estemos trabajando en que algunos títulos, en especial de posgrado, se oferten en modalidad virtual.

La última encuesta de inserción laboral de la UVigo presentó un 83% de egresados en el mercado laboral. ¿Están satisfechos con estas cifras?

Es un dato importante. Nos falta información, y de hecho vamos a lanzar ahora una encuesta sobre esta inserción laboral: el tiempo en encontrar ese empleo, la duración de los contratos…

¿Cómo trabaja la Universidad para elevar estas cifras de empleabilidad?

Ofrecemos un montón de servicios a recién titulados. Uno es el de la formación transversal. Hoy en día las empresas, aparte de titulaciones, piden habilidades y competencias como liderazgo, comunicación o trabajo en equipo. También está la orientación laboral: cualquier persona puede trazar un plan de búsqueda de empleo, desde cómo elaborar su currículum y enfrentarse a una entrevista de trabajo hasta cómo buscar ofertas en redes y páginas web. Otro sería la intermediación laboral, es decir, ofertas de empleo. Nos llegan ofertas de empresas que buscan recién titulados y nosotros las publicamos. Ahora tenemos un proyecto que saldrá la semana que viene, una aplicación en la que los alumnos se pueden registrar y según sus criterios de búsqueda, les llegan unas u otras ofertas de empleo.

El programa Colmea de Ideas acerca a los estudiantes al mundo empresarial. ¿Es la colaboración público-privada el futuro de la formación?

La colaboración empresa-universidad es imprescindible. Muchas veces en el ámbito académico nos perdemos la parte empresarial. Colmea de Ideas trata precisamente de eso, que los estudiantes realicen su programa de fin de estudios en el marco de una empresa, y además resolviendo retos reales. El futuro va por esa línea.

El curso que viene, la UVigo competirá por primera vez con una universidad privada en la ciudad. ¿Cómo valora la situación?

No sé qué pasará en un futuro, pero el IESIDE ya existía y, de hecho, era un centro adscrito a la UVigo. Con lo cual, los alumnos que iban allí, seguirán yendo a la universidad privada de Abanca. A priori no estamos demasiado preocupados. Entiendo que hay espacio para que podamos coexistir ambas, el perfil del alumnado es diferente.