La conservera Cerqueira cumple 135 años de producción en Vigo

Elabora 40 millones de latas al año, factura más de 50 millones de euros y emplea a 115 personas

La conservera empezó en Vigo en el año 1890 con una pequeña fábrica artesanal.
La conservera empezó en Vigo en el año 1890 con una pequeña fábrica artesanal. | Cerqueira

Conservas Cerqueira conforma el último reducto de la industria conservera en Vigo. La compañía cumple 135 años con un ritmo de producción de más de 40 millones de latas anuales, rebasa los 50 millones de euros de facturación y emplea a un centenar de personas. Lo hace desde las instalaciones que tiene en la calle Tomás Alonso, donde luce su marca insignia, Pay Pay. “A lo largo de estos años hemos sabido adaptarnos a los cambios, combinando lo mejor de nuestra herencia con la innovación”, indica la compañía.

En la planta viguesa se elaboran túnidos, cefalópodos y pelágicos, fundamentalmente sardina, calamar y atún bajo las enseñas Pay Pay, Pay Pay Oro, Buenos Días y Ramona y un 60% de la producción se destina a marca blanca. La exportación representa en torno al 10%. “Mantenemos nuestro compromiso con la calidad y el producto local y la tradición conservera gallega, que siguen siendo el corazón de todo lo que hacemos”, señala la empresa, que agrace el trabajo de la plantilla, proveedores, clientes y colaboradores desde que comenzó su andadura en el año 1890 con una pequeña fábrica artesanal.

Cerqueira tiene una factoría de última generación en Rianxo, en la que invirtió 30 millones de euros y con la que se coloca a la vanguardia de la industria de elaboración de productos del mar con la incorporación de tecnología, procesos sostenibles y automatización.

La de Vigo tiene una plantilla formada por unos 115 trabajadores y el año pasado facturó 54 millones de euros. Conservas Cerqueira es la única compañía del sector que continúa en activo de entre el grupo de pioneros que constituyeron en 1904 la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas (Anfaco), que también tiene sede en Vigo.

Instalaciones que la conservera tiene en la calle Tomás Alons con una planta de producción y su sede central.
Instalaciones que la conservera tiene en la calle Tomás Alons con una planta de producción y su sede central. | JV. LANDÍN

Pay Pay, marca insignia del grupo que resiste en la urbe

Cerqueira (Pay Pay) es a día de hoy la única conservera que mantiene producción en el entorno urbano de Vigo. También está Valcárcel (El Vigilante), pero en la zona portuaria de Bouzas, y son las dos únicas que lograron sobrevivir logró a la desaparición de la potente industria conservera que llegó a haber en Vigo con medio centenar de fábricas en los años 40 del siglo pasado.

Fueron varias las empresas viguesas que se llevaron la producción fuera ante la imposibilidad de crecer aquí. Antonio Alonso (Palacio de Oriente), que es la conservera en activo más antigua de España con 152 años de edad, se trasladó a Bueu, Orbe se instaló en Ponte Caldelas y Cerqueira levantó su planta más moderna en Rianxo. Conservas Albo fue la última en mudarse dejando Beiramar por la Plisan de Salvaterra-As Neves, donde tiene una macrofactoría de última generación. La histórica Bernardo Alfageme (Miau) cerró hace más de una década tras 135 años de andadura.

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