La compañía viguesa Atunlo mantiene plena actividad tras tres meses en concurso

La viguesa Atunes y Lomos S.L. (Atunlo), la mayor empresa comercializadora de atún en España, está a punto de alcanzar tres meses en situación de concurso de acreedores, un proceso que confía en salvar una vez presente el plan de viabilidad que la compañía prevé para el próximo otoño, entre los meses de septiembre y octubre, según pudo saber este diario de fuentes próximas.

La empresa está trabajando y confía en poder mantener la actividad en su planta productiva de O Salnés y sus instalaciones centrales de Vigo, pese al duro enfrentamiento entre sus principales accionistas -la viguesa Coper y la vasca Inpesca- que complica el funcionamiento y entorpece los planes de la sociedad. Atunlo aseguraba semanas atrás que la firma vasca, que controla un 40% de participación, había incumplido el contrato de suministro de mercancía, por lo que la pesquera se vio obligada a buscar otras opciones alternativas que le garantizaran su continuidad productiva, que aguanta aunque con menor capacidad, tal y como confirman fuentes sindicales.

Atunlo entró en concurso a finales de mayo, tal y como acordó el Juzgado de lo Mercantil número 3 en Vigo y el Boletín Oficial del Registro Mercantil así lo recogía esta misma semana junto con la publicación del auto de liquidación de la filial Atunlo Santoña, cerrada desde principios de año.

Por otra parte, Comercial Pernas (Coper), que tiene un 40% en Atunlo, está a la espera de la resolución judicial que permita su salida del preconcurso de acredores en el que está inmersa la firma desde noviembre del año pasado. Coper solicitó al juzgado dicha salida y presentó un plan de viabilidad que garantizaría su continuidad con el apoyo de los acreedore, a excepción de Inpesca.

La planta productiva de Atunlo en O Grove no tiene actividad y más de un centenar de personas fueron despedidas. En Santoña (Cantabria) también cesó la actividad y la de Cabo Verde, en África, tiene un ERTE hasta finales de este mes. La actividad persiste en Cambados y en Portugal, aunque a ‘medio gas’, así como en la sede central con oficinas y logísticas en Vigo. El grupo, que llegó emplear a más de medio millar de personas, entró en concurso con una deuda de algo más de 100 millones de euros.