Un filial minúsculo en Riazor
PRIMERA FEDERACIÓN
El Celta B salió goleado en la visita al Deportivo en el partido inaugural de la campaña en Primera Federación
Nefasto el estreno del filial del Celta en la nueva Primera RFEF. El calendario había deparado ese tremendo debut en Riazor, y los locales fueron un ciclón que arrasó a los de Onésimo Sánchez, sobre todo en la primera mitad. Superados los vigueses, suerte tuvieron de irse al descanso con un dos a cero. Mejoraron su imagen tras el descanso, pero cuando buscaron recortar diferencias, llegó el tercer gol de los locales, un tanto de bella factura de Menudo. La tercera diana del conjunto de Borja Jiménez sepultó al Celta, que ya fue un juguete en manos del Deportivo. Los herculinos jugaron a placer y elevaron la quinta hasta la ‘manita’.
No pudieron comenzar peor las cosas para el filial céltico, ya que a los doce minutos un fenomenal pase de Juergen Elitim encontraba el error del cancerbero vigués Gaizka Campos para que Miku hiciera el primer tanto de la noche para los deportivistas. Castro y Martín no estuvieron demasiado acertados en la acción. Pocos minutos antes el cancerbero había salvado el 1-0 a Quiles con una gran parada.
Una diana deportivista que hizo mucho daño al joven filial vigués, superado por sus oponentes a pesar de que la línea de cinco zagueros prometía una seguridad en la retaguardia que no acabó de visualizarse. Carrique y Pampín ejercían de carrileros con Javi Castro, Alex Martín y Carlos Domínguez en el centro. Y es que la defensa olívica volvió a dudar en una jugada con pase en profundidad dividiendo a la zaga para que Quiles, esta vez sí, acertara. Dos a cero, apenas superado el cuarto de hora.
Tuvo que esperar el filial céltico más de media hora para generar peligro. No obstante, fueron acciones sin demasiado peligro porque la presión de los locales ahogaba a los creadores de juego en la medular viguesa. Especialmente a Jordan Holsgrove, bien tapado.
En la segunda parte, parecía mejorar el conjunto de Onésimo dando un paso adelante, pero con mucha inocencia en sus llegadas a la portería de Mackay. En cambio, cuando los locales apretaban un poco el acelerador y sacaban el vértigo y la verticalidad, el encuentro se decantaba para los de Borja Jiménez.
Llegó el peligro a favor de los coruñenses en una gran jugada de los locales con taconazo de Miku e intento de parábola de Alberto Quiles, que se perdía fuera por poco. Después era de nuevo el conjunto de Onésimo el que buscaba la oportunidad para el dos a uno, pero el disparo de Carlos Beitia se iba desviado.
Con el cansancio llegaban los huecos en las dos estrategias de defensa y las oportunidades eran más clara en los dos lados del campo, con William rondando el tercero para el Deportivo. El céltico Carrique estaba activo entrando por banda derecha, peligroso el ex del Calahorra. Y es que la cantera del equipo vigués quería dejar alto el pabellón. Después de un triple cambio, el equipo tenía piernas frescas y llegaba con peligro como en un disparo raso de Alfon que acababa atajando Mackay sin demasiados problemas. El equipo no se rendía ni bajaba los brazos.
Y cuando el encuentro estaba en una fase sin dominador claro, el sevillano Menudo, recién entrado al campo, enganchaba un zapatazo desde fuera del área directo a la escuadra de Gaizka Campos. El equipo céltico buscaba el dos a uno para meterse en el encuentro y lo que llegaba era el tercero de los locales y casi la sentencia. El fútbol.
Una gran jugada colectiva de los locales permitió al recién entrado Doncel, desde la altura del punto de penalti, machacar a seis minutos del noventa con el cuarto tanto herculino. Noche para olvidar para un filial vigués que con el tres a cero ya había levantado la bandera blanca. El gol llegó en una jugada combinada con Trilli, Noel y Menudo jugando a placer hasta que la acción acabó en las botas de Doncel.
Tuvo un par de ocasiones el Celta B en pos del tanto del honor, pero el tiro de Carrique se encontró con el paradón del arquero local. En el añadido, Noel hizo el quinto en otra contra del Depor tras regatear al Gaizka Campos, redondeando una noche para olvidar por parte del conjunto de Onésimo Sánchez. Debe trabajar el técnico para mejorar el nivel del equipo.
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