Cuando nadie lo espera, Javi Rodríguez aparece en el Celta

Si uno se pone a diseñar el mejor contexto para que un canterano, con ficha del filial, debute en Liga con el primer equipo no piensa en una plantilla superpoblada, con multitud de futbolistas que se adaptan a la posición del opositor e incluso con alguna apuesta personal del entrenador para esa zona del campo regresando de cesión. Menos, en medio de un partido que se ha torcido de inicio en una mala primera parte. Pues tal fue el hábitat que tomó por asalto Javi Rodríguez (Poio, 2003) el pasado viernes con la entrega y la pulcritud que lo caracterizan, una gran simbiosis de pelea física y de lucidez futbolística con balón.

No es la primera vez que el ‘Chino’, como lo apodan, se rebela contra las circunstancias. Llegado al Celta en edad benjamín, fue subiendo peldaños sin aparecer en las quinielas de futuribles del primer equipo. De hecho, hace cinco años, cuando le tocaba pasar a la categoría juvenil, el club lo invitió a salir en busca de minutos. No aceptó el diagnóstico y, pese a que muchos de sus compañeros pasaron directamente al A, se avino a jugar en el B, donde coincidió por primera vez con un entrenador que ha sido clave en su corta carrera: Claudio Giráldez. De su mano también irrumpió en el filial cuando tenía ficha del C hace dos temporadas con una vertiente casi desconocida, la de goleador: vio portería en sus dos primeros encuentros en Balaídos. Otro salto de guion.

Ya asentado en el filial el curso pasado, ganó presencia como central por la derecha en vez de carrilero y su rendimiento le permitió debutar con el primer equipo unos minutos en dos partidos de Copa: Turégano el 1 de noviembre (10 minutos) y Amorebieta el 7 de enero (3 minutos), en ambos casos con Rafa Benítez en el banquillo. La subida de Giráldez no supuso un cambio en su estatus, como sí sucedió con Hugo Álvarez o Damián Rodríguez. Ni tan siquiera apareció en la última jornada, cuando el técnico porriñés hizo debutar en Primera a Javi Rueda y Yoel Lago.

Pero Javi perseveró. Pese a que tampoco dio el salto que sí dieron sus compañeros Pablo Durán y Alfon González. La salida de Javi Rueda cedido al Albacete, para que dispusiese de minutos, le abrió una puerta un tanto inesperada. Una vez más, la ha cruzado cuando nadie lo esperaba. El viernes fue clave en defensa y en ataque, con el mejor porcentaje de acierto en el pase (93%). Es complicado que pueda asentarse. Pero el primer día ya adelantó a compañeros que parecía por delante. Y ya se sabe lo que hace cuando nadie lo espera.