El Celta Fortuna golea al Real Unión de Irún

Fútbol | Primera Federación

El filial del Celta disfrutó haciendo disfrutar en una victoria contundente ante otro rival de primer orden

Publicado: 15 oct 2023 - 03:45 Actualizado: 15 oct 2023 - 09:15

Pablo Durán disputa un balón ante un futbolista del Real Unión, en Barreiro.
Pablo Durán disputa un balón ante un futbolista del Real Unión, en Barreiro.

El Celta B es de agradecer. Disfruta y hace disfrutar. Y además, gana. Ayer superó a un rival de primer nivel como el Real Unión con justicia y hasta belleza. Tal vez acabe la jornada en puestos de play-off. Da igual, no es lo importante.

Aunque el escenario se estreche, aunque el rival sea sólido, aunque el partido precise de una carga táctica elevada. Pese a todo, el Celta B encuentra la manera de entretener e ilusionar con su fútbol. Si el marcador acompaña, mejor; si no lo hace, tampoco es una desgracia. La base fundamental de cualquier espectáculo es entretener. Con el filial, los 90 minutos que tan largos se hacen en demasiadas ocasiones en la élite de este deporte, hasta se quedan cortos.

No es bueno cambiar de casa, aunque las dos sean hogares. El filial deja crecer la hierba de Balaídos trasladándose a Barreiro, a cuyas hechuras ya no está tan hecho como otrora. Un problema cuando haces del ataque al espacio una de tus virtudes y cuando recibe a un Real Unión de Irún sólido, con Fran Justo en el banquillo y Unai Emery ejerciendo de dueño en el palco. Encontrar fisuras se convierte en un trabajo de orfebre, una labor que requiere tanto esfuerzo como finura.

Porque el conjunto irundarra se quiere polifacético. Tiene piezas que han aprendido a ser contundentes desde la calidad, lo que le permite jugar de muy diversas maneras: siendo protagonista con balón o controlando el partido sin él. De hecho, quiso tener el balón en los primeros minutos por mandar un mensaje, por si el Celta B ejercía de filial en el amedrantamiento.

Pero Claudio Giráldez tiene un equipo que sabe competir, además de jugar. Y se fue haciendo con el balón para entender el fútbol a través de él desde un esquema que conocen como la palma de la mano. Mucha mano izquierda.

El partido se quedaba en el equilibrio táctico. Con el Celta B ya tirando de esa capacidad de ser más intenso que nadie en la presión alta, con contantes ayudas. Trabajo y trabajo diario. Inteligencia táctica y emocional. El peligro en esos minutos llegaba más por errores ajenos que por méritos propios en las dos porterías. Una pérdida de Ruly, titular ayer, estuvo a punto de regalar un gol a un ex ilustre como Solís, pero Javi Rodríguez llegó al rescate. En el otro lado del campo, Pablo Durán se movía abriendo huecos y tuvo dos remates que asustaron al meta visitante. Y Alfon daba lecciones tácticas en cada movimiento y técnicas en cada control, aunque no marcase en una preciosista volea.

La cuestión es que el filial ya había encontrado la manera y sólo tenía que madurarla en el descanso. Con Fer López saliendo al partido por Miguel Román para jugar al lado de Damián -espléndido, en todo-, el equipo se dispuso a insistir. Claro que el fútbol no sabe de planes y todo pudo cambiar cuando Escobar le ganó la partida a Yoel, se giró y dio un pase de gol a Cerdán que envió el balón por encima de la portería celeste cuando parecía lo más complicado.

Un susto, quizás. No para el Celta B. Porque empezó a encontrar hilos de fútbol por dentro, con velocidad y precisión, echando mano de Alfon y de Raúl Blanco. Ambos se encontraron para que el moañés abriese a la llegada de Javi Rueda, quien cruzó con determinación a gol. Era el minuto 48.

Barreiro disfrutando

Con Barriero disfrutando, los pupilos de Claudio Giráldez ya no bajarían el ritmo. Hilvanó una jugada precisa con el dúo mentado de nuevo en ello tras la llegada de Hugo Álvarez. La dejada de Blanco hacia Fer López la agradeció el centrocampista con un golpeo seco a gol. Era el minuto 53.

El Real Unión vivía una situación inétida para él esta temporada: superado con claridad en juego y resultado. Intentó despertar de la pesadilla con cambios pero no lo logró. Porque Hugo y Alfon volvieron a afilar la banda izquierda y el centro lo cabeceó Blanco a gol. Era el minuto 64. Y ya no daba para más la tarde. Que fue mucho.

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