El billete como gran premio

El Celta quiere cerrar cuanto antes la clasificación para los cruces de la Liga Europa. Por eso, se centra en lograrlo ya, de forma virtual, con una victoria esta noche en Balaídos ante el Bolonia, rival complicado. Pero es bueno sumar cuanto antes y no esperar a las dos últimas jornadas de la fase liga. Que ahí estarán, si acaso fuera, si fuera necesario.

Pese a la talla del contrincante -todo un campeón de la Copa italiana y quinto clasificado actualmente de la Serie A-, parece que el bloque vigués llega en mejor momento al duelo. Por condición física, pese a las bajas de Pablo Durán y Carlos Domínguez, que se antojan menos dolorosas que las de Skorupski, Vitik, Casale y Freuler, además de las dudas de los tocados Lucumí y Ferguson, que no estarán en la mejor condición si juegan. Contando, además, con la victoria dominical en el Bernabéu frente a las dos últimas jornadas ligueras sin ganar del bloque italiano dentro del factor anímico. Si acaso fuera, si fuera necesario.

La acumulación de partidos -éste será el sexto de los 9 en 28 días para cerrar el año- dificulta un poco más la elección de jugadores. Pero se espera que Ionut Radu ya pueda encadenar duelos y esté en la portería por detrás del trío de centrales básico: Javi Rodríguez, Carl Starfelt y Marcos Alonso. Para los carriles parece que Óscar Mingueza tendrá un respiro -fue el único titular en el Bernabéu tras jugar 120 minutos en Sant Andreu- y pueden entrar Javi Rueda y Sergio Carreira, aunque si este último -clave este curso- acumula esfuerzos puede dar la alternativa a Hugo Álvarez. En el centro, Ilaix Moriba estará -vía rueda de prensa previa- y el rol de su pareja tiene hasta cuatro opositores, con Hugo Sotelo deseando recuperar protagonismo. Y arriba, Iago Aspas apunta a un once europeo en casa, como en los anteriores, con el recuperado Williot Swedberg por la izquierda y, tal vez, Ferran Jutglá en el centro para dar un descanso al hiperutilizado Borja Iglesias. Con todo, habrá nombres de sobra en el banquillo. Si acaso fuera, si fuera necesario.

Por definición, el Bolonia quiere el balón y quiere atacar. Más lo querrá hacer hoy para tapar sus carencias atrás. Porque arriba sí dispone de todo su arsenal, con sus dos delanteros tipo listos para elegir a uno de los dos -Dallinga o Santiago Castro- y la linea de tres mediapuntas formada por Orsolini, Odgaard y Cambiaghi deseando volver a dar sentido a la física apuesta italiana de marcaje al hombre. Y en la suplencia esperando otro puñal como Bernardeschi. Si acaso fuera, si fuera necesario.