Aspas admite su error y el Celta medita opciones por acciones arbitrales
El Celta masculla su enfado por las decisiones arbitrales a la espera de si el polémico final acarrea alguna sanción
El Celta se llena de razón. Pero duda mucho de que le sirva de algo. La incorrecta utilización del vídeo arbitraje sufrida en la presente temporada tiene al club sumido en una profunda preocupación y en un soterrado enfado. En Príncipe se es consciente de que no es la única razón para encontrarse en puesto de descenso tras 12 jornadas, pero entienden que es difícil abstraerse de la cuestión arbitral para centrarse en las puramente futbolísticas. De ahí que, de momento, se guarde silencio, lo que no quiere decir que no están barajando múltiples actuaciones, pero siempre con la idea de no perjudicar más la marcha del equipo en la clasificación.
El temor es que el final del partido ante el Sevilla tenga más repercusión que el de la anulación del penalti. El acta arbitral no refleja ninguna protesta céltica tras la finalización del encuentro, más allá de la del preparador físico de la casa Álex Andujar, quien según el colegiado se acercó al juez de línea para decirle: “Qué malos sois, siempre lo mismo”. Como sucedió con el encargado de material, Edu Fernández, ante el Girona, los miembros del banquillo apuntan a ser sancionados.
No hay mención a jugador alguno, pero eso no quita que se esté a la espera de si el Comité Técnico de Árbitros traslada al Comité de Competición la apertura de expediente a Iago Aspas por haber tirado al suelo la pantalla del vídeo arbitraje a pie de campo justo tras el cambio de opinión de Hernández Hernández por el posible penalti sobre Douvikas. El hecho de que no figure en el acta no es óbice para que suceda. Concretar la posible sanción en tal caso no resulta sencillo pero podría equipararse a los cuatro partidos que, actualmente, pide para el jugador del Girona David López por unas declaraciones en las que afeaba la educación de un árbitro, Ortiz Arias. Donde no se esperan problemas, en principio, es en las palabras post-partido tanto del propio Aspas como del entrenador, Rafa Benítez.
Por lo tanto, el siguiente paso a dar por el Celta en este conflicto arbitral no se espera inmediato. Y, en gran medida, dependerá de si Aspas sale indemne del final de partido ante el Sevilla o no. Ayer, el jugador utilizó sus redes sociales para difundir un mensaje en el que admite su error por el gesto de tirar la pantalla al suelo, pero sin pedir perdón directamente ni al árbitro del encuentro ni al colectivo arbitral en su conjunto, sino enmarcándolo dentro de una cuestión más personal sobre cómo debe actuar un futbolista que se sabe referencia para muchos niños. “Ayer cometí un error. No debería haber canalizado mi frustración de esa manera. Me duele porque no es el ejemplo que quiero dar a los celtistas más pequeños”, escribió en concreto la estrella celeste.
Por qué entró el VAR
La gran duda que genera lo sucedido el sábado es la misma desde el primer minuto: por qué el VAR entra en una acción valorativa del árbitro cuando el contacto existe. Nadie del club ha recibido una explicación de por qué se entró en la acción y de qué vio Hernández Hernández en el vídeo para cambiar de decisión. Lo único cierto es el descenso.
El segundo más expulsado y el último en amarillas
El Celta vive en la presente Liga otra paradoja relacionada con las actuaciones arbitrales. A la espera de completarse hoy la jornada con el Getafe-Cádiz, es el segundo equipo que más expulsiones ha sufrido en lo que va de temporada con tres, sólo por detrás del Cádiz (4) y empatado con Getafe, Villarreal y Osasuna. Pero ocupa este puesto elevado en cartulinas rojas pese a que se mantiene como el conjunto con menos cartulinas amarillas en Primera División, apenas 18 en 12 encuentros.
La comparativa es más que curiosa. El Cádiz, que ya ha sufrido cuatro expulsiones, sí es uno de los más tarjeteados de la Liga -tercero con un partido menos-. Lo mismo sucede con el Getafe -es el primero con 47, 29 más que el Celta- y el Villarreal -el segundo con 38-. Apenas Osasuna se acerca un poco a la paradoja celeste, pero en su caso es noveno con 31.
La cuestión es que, pese a que todavía ninguno de sus jugadores ha cumplido el cupo de cinco amarillas, la baja de Renato Tapia el próximo viernes en Bilbao ante el Athletic será la tercera obligada por sanción que tendrá que asumir el equipo vigués en las últimas seis jornadas. Ya faltó Luca de la Torre en Las Palmas tras ser expulsado ante el Alavés en Vigo; y también Iván Villar contra el Girona por su roja ante el Atlético también en Balaídos.
Las tres en casa
Porque el equipo vigués se ha quedado con uno menos en tres de sus últimos cuatro encuentros como local, saldados dos de ellos con empate por 1-1 -Alavés y Sevilla- y otro con una clara derrota ante el Atlético -0-3-. Eso sí, en el momento de las expulsiones, los célticos iban empatando con los colchoneros y por delante de vitorianos y sevillanos.
El meta Iván Villar y los centrocampistas Luca de la Torre y Renato Tapia son, por el momento, los afectados. En amarillas, los que más han acumulado hasta el momento son Iago Aspas y Unai Núñez, con tres.
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