Libertad entre comillas

Publicado: 29 jul 2025 - 01:15

Se nos dice que vivimos en una democracia donde elegimos “libremente” a nuestros representantes. Y es cierto que en las urnas no hay coacción directa. Pero, ¿hasta qué punto esa libertad formal se traduce en una verdadera libertad en nuestras vidas?

La mayoría de los ciudadanos no puede vivir donde desea: los precios de la vivienda y los alquileres nos empujan a barrios alejados o a condiciones precarias. Tampoco es tan libre la elección de trabajo: muchas personas, pese a tener formación, aceptan empleos que no corresponden a sus estudios simplemente porque necesitan sobrevivir; otras se marchan del país. Ni siquiera la alimentación es una elección libre: los productos más saludables suelen ser también los más caros.

En época de vacaciones, al menos 5,6 millones de trabajadores en España no pueden permitirse salir de casa. ¿Y eso no es también una forma de exclusión de la libertad?

Entonces, ¿para quién es, y para qué sirve, la libertad que se nos promete? Porque esta democracia no garantiza una libertad real: no la de elegir una papeleta cada cuatro años, sino la de construir un proyecto de vida digno.

La nuestra es una libertad condicionada: por la renta, el origen, el azar o la fortuna. Somos libres en el voto, pero no en los resultados. ¿Por qué será?

¿Recuerdan la vieja canción de “Libertad sin ira”? Quizá hoy debamos preguntarnos si esa libertad de la que hablaba la canción sigue siendo real, o si fue solo una promesa aplazada.

Pedro Marín Usón.

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