Atlántico
Gaza: ¿Olvidada?
El parque estaba a rebosar, más de 150 motos entre Vespas y Lambretas, daban a la villa un aire de fiesta a todo lo grande. Pudimos contemplar algunas de los años 57 en donde aún se encendían a base de pedal de una cilindrada de 125 cc. y las más sofisticadas con 150 y 160 cc., ya a base de encendido electrónico. Aquellas maravillosas Joyas relumbraban de colores, rojas, amarillas, blancas, azules, con sus cuenta kilómetros marcando velocidades de a 90 por hora.
Muchos de los participantes contaban sus historias d las aventuras que les habían ocurrido en su juventud con estas máquinas, todas ellas con todos los detalles para destacar en esta Primera Concentración.
Los gaiteros acompañaron a los participantes, dando ese calor nostálgico de nuestra morriña.
A las doce del mediodía después de reponer sus fuerzas en la cafetería de la Tercera Edad en la villa de los Puentes salieron con destino en escalas a la Real Villa de Baiona, para más tarde regresar a Panjón, donde ya sin control se pusieron a saborear los caldos miñoranos.
Felicitar a este grupo de Vespistas, y que sepan que el lugar de A Ramallosa en su parque es el centro neurálgico del Val Miñor.
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