El éxito de las visitas guiadas por las galerías recién restauradas de O Castro es palpable: en apenas varios días ya se ha agotado el cupo de citas previas para conocer los túneles de la fortaleza por dentro y experimentar la claustrofobia de las batallas navales que asediaron esta antigua construcción durante finales del siglo XVII y todo el siglo XVIII, para lo que se instalaron altavoces que añaden una sensación de inmersividad y pantallas con recreaciones de las batallas que se vivieron dentro de esos muros.
Con motivo de la festividad del Día das Letras Galegas, ayer se ofrecieron muchas más visitas de lo normal, hasta 16 turnos en grupos de 10 personas. Se trata de un pequeño recorrido que dura menos de media hora en la que un experto arqueólogo explica a los asistentes las características de la fortaleza de O Castro y la historia de los túneles antes de que los visitantes puedan recorrerlos libremente durante los últimos minutos. Como todavía se están haciendo trabajos en la parte del tambor defensivo de la fortaleza, la visita es algo más corta de lo que será cuando termine la rehabilitación del polvorín.
Por el momento, hasta O Castro se están acercando sobre todo habitantes de Vigo para conocer estos túneles, generalmente tras entrerarse por la prensa de estas visitas guiadas. Desde familias con hijos hasta personas mayores, movidos por la curiosidad de un pedazo de historia que se ocultaba prácticamente a plena vista y que se ha restaurado y recreado.
“La gente sale diciendo que es espectacular”, indica Pablo Martínez, arqueólogo e historiador que ayer era el encargado de mostrar las galerías a los grupos. Martínez destaca la importancia del trabajo que permitió “conocer estos túneles, que sabíamos que existían pero nó dónde estaba la entrada”.
