Las conexiones ferroviarias

¿Por qué Vigo perdió 12 trenes con la pandemia y Tui se quedó sin servicios ferroviarios?

La estación de Vigo-Urzaiz concentra desde ahora la práctica totalidad de los servicios ferroviarios.
photo_camera La estación de Vigo-Urzaiz concentra desde ahora la práctica totalidad de los servicios ferroviarios.

Ocho de las frecuencias que Renfe no ha repuesto eran de servicio público obligatorio. La línea del Miño se ha quedado sin apenas conexiones. Mientras, la alta velocidad Vigo-Madrid tendrá que esperar al menos hasta Semana Santa de 2023

 

 

La declaración del Estado de Alarma de marzo de 2020, que prohibió la movilidad de los ciudadanos para evitar la propagación de la pandemia por covid, supuso la suspensión de la mayoría de los servicios ferroviarios en toda España. Poco a poco, especialmente a partir de 2021, Renfe fue restituyendo los trenes perdidos en prácticamente todas las líneas. Sin embargo, la línea del Miño se ha quedado al borde de la desertización, con la pérdida del ochenta por ciento de sus circulaciones de viajeros.  Hay que tener en cuenta que además los viajes a Madrid se han desviado por Santiago, como se esperaba desde que se comenzó a construir la línea de alta velocidad hasta Ourense.

El 1 de enero de 2020, en vísperas de la pandemia, circulaban por esa línea -la del Miño- hasta veinte trenes diarios. A día de hoy, esa cifra se ha quedado reducida a cuatro. Ocho de los dieciséis trenes que Renfe ha suspendido y no recuperó, están declarados obligación de servicio público (OSP) y sujetos a un contrato firmado por Renfe y el Ministerio de Fomento (hoy Transportes) en diciembre de 2017 que vincula a la operadora ferroviaria hasta el 31 de diciembre de 2027. Cuatro de los ocho restantes, como se advirtió, fueron desviados por el corredor del Eje Atlántico: dos Alvia por sentido que circulaban entre Vigo y Madrid, cuyo último recorrido por la línea del río, fue el 18 de julio de 2021. Y los otros cuatro, se corresponden con los dos trenes nocturnos por sentido a Madrid y Barcelona que Renfe aprovechó para finiquitar con la excusa de la pandemia y que con toda seguridad no volverán (entre ellos el famoso tren hotel que hacía el viaje nocturno).

Los ocho trenes diarios que son obligación de servicio público y que Renfe todavía no ha repuesto, sin explicación de ningún tipo, se corresponden con el tren 12604 Vigo-Ponferrada, con salida de la estación de Guixar a las 7:05 y llegada a Ponferrada a las 11:41; el 12607 Ponferrada-Vigo, con salida de la estación de origen a las 18:34 y llegada a Guixar a las 22:49, así como los trenes 490, 491, 492 y 493 que cubrían la relación entre Vigo y Tui: los pares en sentido Vigo-Tui y los impares, Tui Vigo. Todas estas pérdidas han dejado además la terminal de Areal en mínimos, con una actividad reducida al tren Celta a Oporto y algunos regionales que circulan por la antigua vía con docenas de paradas hasta llegar a Coruña.

En reiteradas ocasiones, portavoces de Renfe aseguraron que los trenes suspendidos durante la pandemia se irían reponiendo a medida que se fuese recuperando la demanda. Una respuesta incongruente, porque difícilmente se puede recuperar la demanda si no existen trenes en los que “la demanda” pueda viajar. En el caso del Eje Atlántico, sin embargo, se han ido recuperando poco a poco la mayoría de las frecuencias suspendidas, aunque no resulta fácil hacer una comprobación exacta por haber variaciones en fines de semana, según el curso universitario y otras circunstancias. En estas circunstancias, el futuro para las conexiones ferroviarias entre Vigo y los municipios de su entorno parece negro, y probablemente lo sea aún más cuando funcione la alta velocidad de verdad.

La estación de Tui, moderna pero sin servicios ferroviarios.
La estación de Tui, moderna pero sin servicios ferroviarios.

El caso de Tui, una estación sin circulación

El incumplimiento de la obligación de servicio público por parte de Renfe en la línea del Miño no solo ha privado a los usuarios de la mayoría, cuando no la totalidad de sus comunicaciones ferroviarias, como sucede con Tui que ha perdido el 100 por ciento de los servicios ferroviarios y sus vecinos tienen que cruzar la frontera hasta Valença para poder viajar en tren hasta Vigo.  Se ha convertido así en un caso único en España: una estación en una ciudad fronteriza pero sin trenes. Y la situación no parece que se vaya a resolver, salvo por que haya paradas del tren portugués. También las decisiones de la compañía ferroviaria ha dejado en una situación muy precaria itinerarios para los cuales no existe alternativa de transporte público por carretera, o la que hay es incluso peor que el tren, como sucede con las relaciones Redondela-Ourense o entre prácticamente todas las estaciones de las villas de la provincia de Pontevedra que son ribereñas del Miño (Guillarei, Salvaterra, As Neves, Arbo, Crecente…) y Ourense. Todas ellas se han transformado en una especie de estaciones fantasmas.

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