La inflación se sitúa en Vigo en máximos de toda España tras el fuerte incremento de julio

Los combustibles y la electricidad registraron la mayor subida con precios un 55% más caros.
photo_camera Los combustibles y la electricidad registraron la mayor subida con precios un 55% más caros.
Los precios subieron un 12,1% respecto al año anterior, un punto más que Galicia y casi dos por encima de la media nacional

La escalada de los precios no se detuvo en julio, alcanzando los niveles más altos en casi 40 años. En el conjunto de la provincia, con Vigo como el epicentro de la economía, los precios subieron un 12,1% respecto al mismo mes del año pasado y 0,4 puntos por encima del dato de julio. Se trata de la inflación más alta entre las provincias de Galicia, un punto por encima de la media de la comunidad del 11,5% y una de las más altas de toda España, casi dos puntos por encima de la media nacional del 10,8%.

La electricidad, el gas y combustibles son los que más contribuyen al alza de los precios con una subida récord del 55% a pesar de que los precios empezaron a moderarse en los últimos días de julio y en especial desde el inicio de agosto. Más allá de la energía, la tendencia al alza se da de manera generalizada en todos los productos y servicios, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el IGE.

El precio de los alimentos también registró una subida del 13,7%, por encima de la media, aunque algunos productos concretos es más del doble, encareciendo el precio de la cesta de la compra en cada visita al supermercado por parte de los vigueses, ya que ningún alimento vio reducidos sus precios.

Los productos que más están sufriendo los efectos de la inflación son los huevos, que subieron un 30,7%, el aceite un 26,3%, la leche un 20,7% y los cereales un 20,1%. El encarecimiento de los precios también se está notando en las patatas que son un 18,2% más caras que hace un año o en el pan, que ha subido un 13,4%. 

Más allá de la compra en los supermercados, la inflación también ha encarecido especialmente las vacaciones de los vigueses en plena temporada de verano. La utilización de vehículos personales sufrió una inflación del 19,7%, mientras que los paquetes turísticos también afrontaron una de las mayores subidas del 17,9%. Por otro lado, el precio de los servicios de alojamiento como los negocios hoteleros aumentó un 15,5%.

Los únicos que se anotan descensos son los equipos de telefonía y fax con una caída del 4%, los equipos audiovisuales y fotográficos que valen un 3,8% menos, la enseñanza secundaria (-1,2%) y los servicios hospitalarios (-0,8%).

A pesar de todo, las predicciones del IGE de cara al mes de agosto son más positivas y apuntan a que la tendencia al alza de los precios podría romperse con un descenso de cerca de medio punto.  

La escalada de precios alcanza los valores más altos desde 1984

El IPC aumentó un 11,5% en el conjunto Galicia en julio en comparación con el mismo mes de 2021. Además del dato de la Vigo y provincia, el más alto de la comunidad, en Lugo y Ourense subió un 11,7% mientras que en Coruña los precios no vivieron el menor aumento con una inflación del 10,8%.

De este modo, continúa con la escalada de precios, puesto que crece 0,4 puntos respecto a junio, el repunte más acusado del país. Así, Galicia se anota su mayor inflación desde septiembre de 1984 (también 11,5% por entonces).

El dato gallego es 0,7 puntos superior al 10,8% que se registra en la media española –también su nivel más alto desde 1984–. Por comunidades, el IPC solo es más acusado en Castilla-La Mancha (13,2%), Castilla y León (12%) y La Rioja (11,7%). Con el repunte de julio, la inflación encadena dos meses consecutivos por encima del 10%, después de que en junio se situara en el 10,2%.

Según el INE, la escalada del IPC se debe, principalmente, a las subidas de los precios de las viviendas, el vestido y calzado, y a los alimentos y bebidas no alcohólicas. La vivienda aumentó su variación anual cuatro puntos, hasta el 23%, a causa del encarecimiento de los precios de la electricidad y, en menor medida, del gas. Por su parte, los alimentos y bebidas no alcohólicas alcanzaron el nivel más alto desde el comienzo de la serie histórica, en enero de 1994, con una tasa que se disparó al 13,5%.

Sin embargo, los efectos de la inflación se extienden ya a todo tipo de productos y servicios. La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó en julio seis décimas, hasta el 6,1%, su valor más alto desde enero de 1993. En el séptimo mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 10,7%, siete décimas por encima de los datos de junio. La variación mensual del IPCA mostró un descenso del 0,6%, según los datos del INE.  

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