La UCI mejora la atención en pacientes con parada cardiaca

Las jornadas congregaron a profesionales de todas las UCI de Galicia y del Norte de Portugal.
photo_camera Las jornadas congregaron a profesionales de todas las UCI de Galicia y del Norte de Portugal.
El Cunqueiro creó una consulta post-uci para atender a los pacientes que se van de alta e introdujo avances para conocer el pronóstico de los que una sufren parada cardiaca

La UCI del Hospital Álvaro Cunqueiro introdujo novedades en la atención a las personas que sufren una parada cadiaca.

Una de ellas tiene que ver con determinar qué pacientes tienen un daño cerebral que no es recuperable y cuáles, a pesar de estar en coma, tienen posibilidades de salir adelante y con las que se aplican todas las medidas posibles. Este diagnóstico, que se realiza con una combinación de pruebas (TAC, resonancia, electroencefalograma, exploración clínica, datos de laboratorio), permite decidir cuando se puede optar de acuerdo con la familia por limitar medidas de esfuerzo terapéutico que implican mantener la vida de manera artificial en pacientes con un daño neurológico profundo e irrecuperable. Suelen ser casos en los que la reanimación empezó tarde o cuando es muy prolongada. De ahí que recuerden la importancia de la reanimación precoz.

 

 

También en fecha reciente se creó una consulta post-uci, que gestiona la doctora María Rivas, en la que se recita a pacientes de alta para evaluar su situación porque a veces tienen deterioro cognitivo, alteraciones psiquiátricas, estrés postraumático y otras secuelas. Hasta ahora los pacientes eran atendidos por el cardiólogo si se trataba de un infarto o por otros especialistas en función de la patología, pero “faltaba alguien que aunase la atención integral a estos pacientes”. En esa recuperación intervienen neurorrehabilitadores, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, entre otros.

 Otro de los proyectos en marcha es el uso del ecmo (la máquina que funciona como corazón y pulmón artificial) en la parada cardiaca extrahospitalaria cuando la reanimación convencional no funciona a los 15 o 20 minutos. A nivel hospitalario se usa cuando el paciente cumple los requisitos y fuera del hospital ya se atendió algún caso por una colaboración puntual entre médicos del 061 y de la UCI, pero ahora están pendientes de conseguir un respaldo institucional a esta línea de trabajo.

El trabajo en red de la UCI del Cunqueiro con Cardiología, así como la colaboración con el 061 y la atención posterior a las secuelas, sirvió de base  para crear la certificación de calidad de la asistencia a la parada cadiaca, un proyecto en el que trabajan codo con codo la Sociedad Española de Medicina Intensiva, la Sociedad Española de Cardiología y la empresa Aenor. La certificación, que implicaría a todos los que intervenienen en la parada, está pendiente del visto bueno de los políticos.

De todas estas cuestiones se habló ayer en el Cunqueiro, con la participación de profesionales de toda Galicia y del Norte de Portugal, así como de la exjefa de UCI, Lola Vila, en la jornada “Atención a la Parada Cardiaca y control de temperatura en el paciente crítico”. Sobre la presencia de médicos portugueses, Lola Vila, explicó que intentan potenciar las reuniones científicas que existían entre Galicia y el Norte de Portugal.

El actual jefe de UCI, Eduardo Murias, explicó que la jornada abordó los cuidados después de una parada cardiaca. Una vez que el paciente llega al hospital se adoptan medidas como el control de la temperatura, el control de la tensión arterial, una ventilación mecánica correcta, entre otras.

Ferrer: “Consensuamos criterios para el manejo de estos casos"

"La UCI del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo tiene un gran interés por estar siempre actualizados y por disponer de todas las opciones de tratamiento, se nota el liderazgo de Lola Vila y Eduardo Murias". Esto decía ayer el jefe de Medicina Intensiva del Hospital Vall d'Hebrón, Ricard Ferrer, que fue uno de los ponentes invitados a las jornadas.

¿En qué consiste la certificación de calidad para la atención a la parada cardiaca?

Es un proyecto de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y la Sociedad Española de Cardiología, con el soporte técnico de  Aenor, para establecer los mejores cuidados a los pacientes que han sufrido una parada cardiaca y para que se reciba en todo el país un tratamiento estandarizado y homogéneo. Dentro de esta estrategia queremos que la Administración centralice la atención de estos pacientes en aquellos centros que tengan esta acreditación que daremos las dos sociedades científicas junto con Aenor.

Una de las medidas es el control de la temperatura corporal. ¿Cuál es el objetivo?

La temperatura corporal, sobre todo el frío, es neuroprotector, protege del daño neurológico. Los pacientes que han tenido una parada cardiaca han estado un tiempo sin flujo sanguíneo cerebral y esto condiciona su estado cerebral o incluso la muerte del paciente. El control de la temperatura forma parte de los cuidados entre otros muchos.

¿Está muy extendido el uso del ECMO en los hospitales?

El ECMO permite dar una segunda oportunidad a algunos pacientes con parada refractaria, es decir, que no se recuperan con las medidas de reanimación estándar. Esto permite ganar tiempo (aunque el corazón esté parado nosotros soportamos la circulación con la ECMO) para poder resolver la causa de la parada, sea un infarto o una embolia pulmonar. Esto logísticamente es muy complejo, requiere la canulación de grandes vasos, arterias, venas, y no hay mucho personal entrenado. Suele estar concentrado en los grandes hospitales. De momento no va a haber un uso extensivo, pero a medida que esta técnica sea más accesible y haya más personal entrenado habrá que buscar cómo aplicarla en hospitales que no son tan grandes pero tienen pacientes que pueden necesitarlo.

¿Qué balance haría del Código Sepsis?

El Código Sepsis pretendía mejorar el proceso asistencial y lo ha conseguido.La mayoría de hospitales están atendiendo la sepsis de manera muy rápida y eficaz.

“Enfriar” al paciente protege del daño neurológico

Una de las medidas en la atención al paciente que sufre una parada cardiaca es el control de la temperatura corporal. Hasta ahora se “enfriaba” al paciente a 33 grados, pero en las últimas publicaciones científicas se vio que era suficiente con evitar la fiebre, con no pasar de 37. El Cunqueiro está optando más por esta segunda vía aunque hay casos en los que sí optan por el “enfriamiento”. 

Eduardo Murias expñica que donde hay más evidencia sobre los beneficios de esta técnica, que evita daños neurológicos, es en la parada cardiaca, aunque también se emplea en traumatismos craneoencefálicos para reducir la hipertensión endocraneal y en otras indicaciones como la hipertermia maligna, el golpe de carlos, entre otras dolencias menos frecuentes.

En la jornada participaron como ponentes Eduardo Murias, Rocío Gómez y David Mosquera, de la UCI del Cunqueiro, y Ricard Ferrer, el jefe de UCI de Vall d'Hebrón.

Te puede interesar