El servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Complejo Hospitalario Vigués se estrenará en otoño con la cirugía robótica y comenzará su andadura con las prótesis de rodilla, una de las intervenciones más frecuentes en esta especialidad.
El Cunqueiro ya se introdujo en la robótica hace dos años, cuando el Sergas compró un robot Da Vinci para cada una de las siete áreas sanitarias, que suman hasta la fecha un total de tres mil operaciones. Servicios como Urología, Ginecología, Cirugía General y Digestiva o Cirugía Torácica del Complejo Vigués operan cada vez más con esta tecnología, que está diseñada sobre todo para cirugía de partes blandas. Sin embargo, faltaba un robot para las estructuras óseas que pudiera dar servicio a Traumatología.
La Consellería de Sanidade acaba de anunciar una inversión de 6 millones de euros, con cargo a fondos europeos que formaban parte de la respuesta frente a la pandemia, en la compra de tres robots quirúrgicos para cirugía ortopédica y traumatológica en Vigo, A Coruña y Santiago.
El área sanitaria de Vigo había planteado hace tiempo esta posibilidad porque contaba con un volumen muy elevado de implantes de rodilla, quizá el mayor de Galicia, y porque es el hospital más avanzado por su experiencia desde hace cuatro años en “navegación”, que es el paso previo a la robótica. La navegación es un sistema informático que orienta al cirujano en los cortes que tiene que hacer para implantar la prótesis a través de un “mapeado” que se toma de la superficie de la rodilla. Vigo lleva más de cien intervenciones de prótesis de rodilla navegadas. La robótica añadirá precisión a los cortes, que ya no dependen de la pericia o el pulso del cirujano, según explica el jefe de Traumatología y Cirugía Ortopédica, Roberto Casal.
Otra de las ventajas que tendrá esta nueva tecnología tiene que ver con el Big Data, porque quedarán registrados todos los datos (las medidas, los ángulos y cortes de cada paciente) y se pondrán poner en relación con los resultados de estos implantes al cabo del tiempo, en cuanto a la supervivencia de la prótesis o la satisfacción del paciente. “Permitirá sacar conclusiones, realizar estudios científicos e incluso aprender a colocar mejor las prótesis”, señala. A esto se añade el hecho de que Vigo cuenta con el grado de Ingeniería Biomédica, que imparte la UVigo con la colaboración del Sergas, porque potenciará su desarrollo gracias a la explotación de estos datos y permitirá establecer colaboraciones con la industria. Por todo esto, Roberto Casal destaca que es “una inversión que se hace en entorno idóneo para sacarle partido”.
El robot de cirugía ortopédica comenzará a utilizarse con las prótesis de rodilla, pero en el futuro se podría aplicar también con algún tipo de prótesis de cadera.
Una lesión incapacitante que dificulta la movilidad
El Complejo Hospitalario Vigués coloca unas 500 prótesis de rodilla al año. La prevalencia está aumentando por el envejecimiento de la población y de hecho la progresión de las dos últimas décadas hizo que las operaciones de rodilla superen a las de cadera, aunque las dos son muy frecuentes. El perfil más habitual es el de personas que están en la década de los 60, los 70 o los 80 años, “maduras pero todavía activas”, explica el jefe del servicio. Llegan a esta situación por un desgaste o por la artrosis propia de la edad, pero también por secuelas de una fractura o una lesión ligamentosa antigua que hacen que desarrollen una artrosis. Otros factores que influyen son el sobrepeso, un estilo de vida o un trabajo que obligue a estar mucho tiempo de pie, o haber tenido lesiones deportivas en la juventud. Son problemas muy incapacitantes porque dificultan la movilidad. Casal destaca que utilizar esta nueva tecnología para mejorar la precisión en la colocación de estos implantes beneficia a los pacientes.