La cifra de habitaciones ofertadas en viviendas vacacionales en Vigo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), ya supera las que se reparten en los más de 60 hoteles de la ciudad. Esto es, ya supone una de las principales alternativas turísticas a la hora de visitar la ciudad. Además, este tipo de turismo trae consigo una particularidad frente al que prefiere alojarse en un hotel: impulsa las ventas de supermercados y grandes superficies de alimentación, ya que al hacer vida en un piso durante su estancia los inquilinos tienden a hacer alguna comida o aprovisionarse con fruta y aperitivos mucho más que cuando lo hacen en una habitación de hotel.
Por tanto, los supermercados no sólo de la ciudad, sino también de su área metropolitana –donde muchos turistas se alojan debido al tirón turístico de Vigo–, refuerzan tanto sus plantillas como sus pedidos durante períodos vacacionales como el actual de Semana Santa. Así lo confirman a este periódico desde Vegalsa-Eroski, una de las cadenas de alimentación más presentes en Vigo y su área: “A la hora de reforzar nuestros establecimientos Eroski y Familia tenemos en cuenta estas temporadas festivas como Semana Santa para dar el mejor servicio a los clientes, especialmente en zonas costeras como es el caso de Baiona o Nigrán, que concentran una mayor demanda en estas fechas”. Además, los festivos “hacen que los clientes adelanten sus compras”, por lo que en esta cadena de supermercados “reforzamos tanto el aprovisionamiento de todos los productos, especialmente de los frescos, como el personal de la tienda”, explican los mismos representantes de Vegalsa-Eroski.
Las tiendas de proximidad, por la contra, se ven perjudicadas ante el aumento de los pisos de uso turístico
En la otra cara de la moneda, la proliferación de este tipo de turismo perjudica a las tiendas de proximidad, las ‘de toda la vida’, que en las zonas donde hay más apartamentos vacacionales ya apenas se dejan ver. Estos turistas, según cuentan en estos establecimientos más tradicionales, apenas se interesan en los productos que se venden en las tiendas de alimentación y van a tiro fijo a las grandes superficies. “Aquí los turistas sólo entran para preguntar dónde hay un supermercado cerca o a qué hora abre”, cuenta a este periódico una panadera de la calle Marqués de Valladares. Solamente las fruterías más céntricas notan la presencia de los turistas en sus ventas, ya que “vienen y hacen un poco de compra, pero no tanta como los clientes habituales”, comenta la dependienta de una frutería en Porta do Sol. “No gastan un duro en las tiendas de la zona”, se quejaba una pescadera en pleno centro de la ciudad. “Aunque se queden en pisos turísticos, por la zona se comenta que muchos comen de bocadillo”, apunta la misma pescantina.
La Semana Santa salva los muebles en los hoteles con una ocupación del 60%
La meteorología no fue la mayor aliada del sector turístico vigués en esta Semana Santa. El hecho de que cuadrase en el mes de marzo tras varios años siendo en abril, se añadió al paso de la borrasca “Nelson”, que dejó muchas lluvias y tiempo desapacible, incluso peligroso, obligando a cerrar durante un par de días los parques de la ciudad y a cancelar el transporte de Ría y a las Cíes. Así, los hosteleros se vieron forzados a rebajar sus expectativas de ocupación desde el 80% inicial a cerca del 60% registrado en los festivos, según los datos aportados por la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos), cuyo presidente, César Sánchez Ballesteros, explica a este periódico que “a última hora se cayeron varias reservas” debido a las previsiones meteorológicas.
Pero estas cifras no perturban la “tranquilidad” del sector, que ya anticipaba que este período vacacional iba a ser algo peor que en 2023 ya sólo por la ubicación de los festivos en el calendario, más temprano de lo habitual. Es por esta razón que Ballesteros valora los datos como “buenos”, ya que “vemos que hay interés en visitarnos a pesar de la meteorología”.
En la misma dirección apunta Iván Sánchez, presidente de la Asociación de Hosteleros de Vigo (Ahosvi), quien también confirma que el mal tiempo jugó muy en contra del sector “ya que además de frenar contrataciones ha provocado cancelaciones”. Al igual que su homólogo provincial, Sánchez aboga por la tranquilidad y añade que “nos queda la esperanza de que la gente que se ha quedado en casa por causa de la meteorología se decida a visitarnos cuando el tiempo acompañe”.
Además, el presidente de Ahosvi comenta, como nota positiva, que el sector no contaba con tener un fin de semana previo a Semana Santa tan bueno, en el que la ocupación (espoleada por el tiempo prácticamente veraniego) superó con creces las previsiones. Un fin de semana que, de algún modo, compensa la floja campaña de Semana Santa en el sector turístico de Vigo.
