Sara Abalde Barciela es una joven de 28 años que trabaja con un contrato de prácticas en el Consorcio de la Zona Franca de Vigo. Tiene síndrome de Down, pero esto no le ha impedido realizarse en la vida. El apoyo de su familia, el trabajo que realiza la asociación viguesa, la oportunidad que ofrecen algunas empresas y su propio espíritu de superación le han permitido entrar en el mundo laboral y tener una vida autónoma.
En su casa están muy orgullosos de ella, “están cien por cien conmigo”, dice con una sonrisa.
Sara es una más en la oficina, se ocupa de tareas administrativas ("es lo que me gusta") y fue muy bien acogida por los compañeros, aunque reconoce que todavía no conoce a todos por su nombre. “No estaba nerviosa al empezar porque ya había tenido experiencia laboral”. Se refiere a una etapa en la que trabajó en el concesionario de Audi de la Avenida de Madrid, desempeñando distintas funciones.
En bus al trabajo
Ahora se levanta todos los días a las ocho de la mañana, porque vive en Redondela y coge ella sola un autobús que le deja a poca distancia de la sede del Consorcio de la Zona Franca.
Desde su experiencia anima a otros jóvenes con síndrome de Down a prepararse y trabajar. “Que se informen y que consigan sus objetivos, pueden hacerlo”, asegura.
Por las mañanas trabaja y por la tarde va a clase en Down Vigo, de logopedia para pronunciar bien la “erre”, de autogestión y de empleo. También había hecho un curso de comercio fuera de la asociación que aprobó y está a la espera del título.
En su tiempo libre, sale con sus amigos o con la familia, pero tampoco tiene problema por ir sola hasta Vialia, un centro comercial que le gusta. Allí se celebra hoy un desfile que organiza la asociación con Decathlon y con Discamino, un evento en el que ejerció como presentadora el año pasado.
El empuje de Sara Abalde hizo que la nombrasen como representante en la Red Nacional de Empleo con Apoyo de Down España, que se ocupa de favorecer la plena inclusión laboral. Son tres representantes. Ella se encarga de recoger sugerencias para mejorar el acceso al trabajo. Explica que le gusta hablar con la gente y buscar avances.
Down Vigo tiene una bolsa de empleo con 86 candidatos, de los que 69 están trabajando con distintos contratos, en un porcentaje elevado indefinidos, y dos más con prácticas remuneradas. Los jóvenes que dan el salto al empleo tienen ya ciertas habilidades laborales y sociales para incorporarse a un puesto de trabajo. Cuando surge una oferta hay un proceso de selección en el que la entidad busca al perfil más adecuado y hay una adaptación. Aquí entra en juego el preparador laboral, que les acompaña en el proceso: les enseñan las tareas y habilidades que tienen que poner en práctica y cuando ya son autónomos les visitan una vez a la semana para comprobar que todo está en orden o para entrenar nuevas tareas que les puedan encomendar.
Nuria Buceta es la preparadora laboral de Sara Abalde. Se nota la complicidad y la amistad. Asegura que las empresas hacen una valoración muy positiva y suelen repetir. No es solo por la tranquilidad de contar con un preparador laboral, que siempre está atento al proceso, sino porque “las personas con discapacidad enriquecen mucho el clima laboral”. Nuria Buceta hace un llamamiento a las empresas para que den una oportunidad a estos jóvenes, para que colaboren con el proyecto de empleo de Down Vigo y abran la puerta a la discapacidad.
La asociación celebra a las seis de la tarde del viernes en Vialia el II Desfile Inclusivo para sensibilizar sobre la diversidad, el deporte y el trabajo en equipo. Personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales y motoras se subirán a la pasarela.
