La Consellería de Sanidade se sienta esta tarde en Santiago con los representantes del comité de huelga de CESM para tratar de poner fin a un paro indefinido de los facultativos gallegos que empezó el pasado día 11 de abril y que obligó a suspender 32.000 citas en Galicia, sumando cirugías, consultas y pruebas.
En el caso de Vigo son cerca de 8.000 los pacientes afectados hasta el momento por esta huelga. Desde el martes de la semana pasada y hasta ayer por la mañana se tuvieron que aplazar 289 intervenciones quirúrgicas en el área sanitaria, así como 7.172 consultas hospitalarias y 459 pruebas diagnósticas que no se pudieron hacer.
Todas las miradas están puestas en la reunión de esta tarde, a la que las partes aseguraron llegan “con la máxima voluntad de acuerdo”.
En toda Galicia se acumulan 1.421 intervenciones quirúrgicas, 2.314 pruebas y 28.611 consultas externas aplazadas por un conflicto con el que se intentan conseguir mejoras en las condiciones laborales y retributivas de los facultativos.
El sindicato médico valora el hecho de que les hayan llamado a una reunión y confía en que les presenten una propuesta que satisfaga sus demandas. Sin embargo, apuntan que los compromisos que se adquieran tienen que ser “por escrito y con fechas concretas” para poder desconvocar la huelga.
A mayores, subrayan que si de la reunión no sale un acuerdo satisfactorio quedará en evidencia que la Xunta no quiere hacerlo y será “la única responsable de los daños que se están causando a los ciudadanos por no querer o no saber negociar”.
En este hipotético escenario de falta de acuerdo tras la reunión que se celebra hoy, el sindicato médico señala que se intensificarían las movilizaciones y explicaría detalladamente “quienes son los responsables del sufrimiento gratuito que están padeciendo los ciudadanos”.
Los cuatro colegios médicos respaldan los motivos del paro
El Consello de Colexios Médicos de Galicia comparte las reivindicaciones que motivaron la huelga de facultativos y pide a las partes (la Xunta y el sindicato CESM) que alcancen “un acuerdo cuanto antes, para evitar los efectos negativos en los pacientes vinculados a la huelga” y reclaman al mismo tiempo "acuerdos firmes y fiscalizables, con fechas y financiación claramente definidos".
El máximo órgano colegial de Galicia asegura que reclaman desde hace años muchas de las mejoras que propone CESM, pero obtuvieron “escasa respuesta y, en general, insuficiente y tardía”.
Por otro lado, explican que también comparte el diagnóstico de la situación de la sanidad en Galicia, con una “merma de en la calidad asistencial”, que atribuyen a varios factores: el aumento de la demanda asistencial, falta de profesionales en distintas especialidades, jubilaciones producidas por la elevada edad media del colectivo sanitario y de los médicos en particular, y el impacto de la pandemia. Los colegios médicos ya venían criticando esta situación y por eso se suman a la petición de soluciones y mejoras para “los graves problemas que hoy afectan al desempeño profesional médico y a la calidad de la asistencia a los pacientes”. Recuerdan también que aunque la Constitución reconoce el derecho a la huelga de todos los trabajadores para la defensa de sus intereses, la profesión médica es poco conflictiva por su compromiso con los pacientes y de hecho el último paro se hizo hace 15 años.
El Sergas dará cita a todos los pacientes perjudicados
El conselleiro de Sanidade lamentó ayer "que la huelga se llegase a producir" y los perjuicios ocasionados a los pacientes por esta situación, al ver aplazadas sus cuestiones médicas. En relación con esto, dijo que están "trabajando rápidamente" para que las posibles repercusiones se vean "minimizadas" en la medida de lo posible. Comesaña avanzó que los pacientes "no tienen que que hacer ningún proceso ni poner reclamación ni pedir nuevamente cita". Según explicó, "todo eso se maneja de manera automática con la intención de que no le repercuta prácticamente en nada más que el propio momento de no hacer la prueba o la cirugía o la consulta", apuntó.
De hecho, las áreas sanitarias tenían previsto ponerse en contacto con todos los pacientes afectados para indicarles que les llamarán para una nueva cita, evitando así un peregrinaje para saber cuándo les volverán a llamar y si recuperarán la vez perdida por la huelga.
