Sale a la luz la cuna de la Reconquista de Vigo

Los restos de Casa Mora, de comienzos del siglo XIX, quedaron al descubierto con las excavaciones del túnel de Porta do Sol.
photo_camera Los restos de Casa Mora, de comienzos del siglo XIX, quedaron al descubierto con las excavaciones del túnel de Porta do Sol.
Casa de Mora, soterrada en Policarpo Sanz, reapareció con las obras del túnel de Porta do Sol. Albergó en 1809 las conspiraciones de los líderes para expulsar al ejército de Napoleón

Las obras del túnel de Porta do Sol vuelven a recuperar episodios de la historia de la ciudad, perdida bajo el asfalto. En esta ocasión, en la entrada por Policarpo Sanz, la excavación sacó a la luz una edificación, con muros de sillería que se mantienen en buenas condiciones. Según los historiadores consultados por Atlántico, se tratarían de los restos de Casa de Mora, una construcción de comienzos del siglo XIX, con un importante peso histórico que va desde la Reconquista a estar ligada a personajes como José García Barbón.

Fue construida extramuros, frente a la puerta del Sol de la muralla. Su primer propietario, Manuel Ángel Pereyra y Espereyra, estuvo muy ligado a la resistencia y la lucha contra los franceses, ya que estaba casado con Juana de Limia y Nogueira, la hija de Cayetano Parada y Pereira de Limia, alcalde del valle de O Fragoso. Según el blog “Historia de Vigo”, en 1809 sirvió de escenario para las conspiraciones de los líderes de la Reconquista para iniciar al levantamiento que convertiría la villa en la primera plaza en expulsar al ejército de Napoleón. Así, recoge la cita que supuestamente dijo el regidor la noche de la sublevación a los que le recomendaban reposar: “porque soy tan viejo como creyente, si con los míos no perezco en esta empresa, poco me restará para descansar”.

El grabado de Casa de Mora, con el pórtico arqueado y la fuente. Sus terrenos, en extramuros, iban desde O Salgueiral hasta la playa de O Areal, ocupando todo el actual Policarpo Sanz, parte de Marqués de Valladares hasta Correos, con acceso a la playa.
El grabado de Casa de Mora, con el pórtico arqueado y la fuente. Sus terrenos, en extramuros, iban desde O Salgueiral hasta la playa de O Areal, ocupando todo el actual Policarpo Sanz, parte de Marqués de Valladares hasta Correos, con acceso a la playa.

Sin comunicado oficial por parte del Concello, fue Vigo Histórico el responsable de notificar su hallazgo en redes. Sobre los terrenos que rodeaban la casona se levanta el actual Ensanche. Está relacionada con otros de los hallazgos que fue destruido con la construcción del túnel, el callejón de Os Caños, lo que quedaba del antiguo sendero que transcurría entre la muralla y la propiedad desde el barrio de O Salgueiral (bajo la rúa Pracer) con la playa, situada en el actual García Olloqui.

También recoge “Historia de Vigo”, la finca se extendía hasta el solar que ocupa el teatro García Barbón, donde entonces, según el blog, en la tentativa de levantar un primer teatro se le expropió 300 metros cuadrados, “tras un ruidoso pleito”.

En 1841 pasó a manos de José Álvarez Mora y Carlota Granada y Rodríguez. Retiró la fachada sur para dar paso al camino nuevo, la Carretera a Castilla y Príncipe. También facilitó la apertura de la travesía entre este nuevo vial y la ahora conocida como Policarpo Sanz. Sus nietos venderían de nuevo la propiedad, esta vez a José García Barbón. Con el trazado de Príncipe y Policarpo Sanz se elevó el nivel del vial, por lo que la casa quedó medio soterrada hasta los años 30, en que la parte superior fue demolida para construir el actual edificio, ocupado por una entidad bancaria.

Tras el varapalo recibido tras el permiso de Patrimonio para destruir las edificaciones de Elduayen y el propio túnel de Os Caños, Vigo Histórico no espera mejor suerte para la Casa de Mora. “La importancia de los hallazgos hay que valorarla en su conjunto, es el pasado de esta ciudad que lo están haciendo desaparecer por una obra prescindible”, afirmaron fuentes del colectivo.

La finca que reivindica el cultivo del histórico Olivo

La versión oficial sobre el origen del olivo, símbolo de la ciudad, asegura que surgió de un esqueje salvado del ejemplar original plantado por los templarios en el atrio de la actual Concatedral que ardió en el incendio del 1809. Esta teoría responsabiliza al primer propietario de la Casa de Mora de recoger unas ramas y plantarlas en su jardín, que después se trasplantarían al Paseo de Alfonso en 1932, tal y como recoge la inscripción de su perímetro.

Existe otra hipótesis defendida por algunos historiadores que vinculan el ejemplar actual con el olivo que se mantiene en el atrio de San Miguel de Bouzas. 

Sin confirmar, fuentes familiares sitúan en algún momento en la finca de la Casa de Mora, dos elementos llenos de simbolismo para los vigueses. En primer lugar se refiere al tímpano románico de la antigua Colegiata, hoy en el Museo de Pontevedra, cuya réplica se colocó en el acceso de la actual Concatedral.

Las mismas fuentes indican que la propiedad también custodiaba la antigua imagen de la patrona de la villa, Santa María, dato sin contrastar.

Aparece un supuesto tramo de la muralla en Carral

Las obras del túnel de Porta do Sol también están actuando en la antigua entrada del párking de Cabral, calle por donde descendía la muralla. Según fuentes cercanas, la excavación del entorno dejó a la luz una estructura pétrea que podría tratarse de un tramo del muro, aunque no existe confirmación oficial. Desde Vigo Histórico alertaron sobre estos hallazgos, ya que el perímetro de la villa, levantado en 1656 y demolido a partir de 1861, seguía un trazado que en parte coincide con actual actuación por Porta do Sol, rúa Carral o  Paseo de Alfonso. El tramo ya aparecido en Porta do Sol fue destruido en la primera fase de la construcción del túnel.  El único testigo de la construcción es la señalización del baluarte de la Pulguita, realizado durante la instalación de las escaleras de II República.

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